Omar González Moreno, diputado de Vente Venezuela, exige cárcel para responsables de la muerte de neonatos en el hospital Razetti.

La Asamblea Nacional a través de la Comisión de Salud investigará el caso de los 10 neonatos fallecidos en el hospital Luis Razetti de Barcelona, tras un apagón que dejó sin suministro eléctrico las diversas áreas del nosocomio.

El anuncio fue hecho por el diputado Omar González Moreno de Vente Venezuela, quien junto a un grupo de anzoatiguenses presentó ante el Instituto Regional de Salud, Saludanz, un documento en el cual exigen el establecimiento de responsabilidades penales contra quienes indirectamente tuvieron que ver con la muerte de los recién nacidos.

El parlamentario explica que solicitará a la Comisión de Salud de la Asamblea la interpelación del director del Instituto de la Salud en el estado, Eduardo Martínez,  para que explique no solo lo concerniente al deceso de los recién nacidos, lo cual mantiene consternada  a la comunidad, sino además lo relativo al caso de corrupción que rodea la salida del ex director del hospital, Luis Díaz, quien ahora se encuentra en prisión.

No es la primera vez

La Asamblea Nacional ya conoció durante el año 2014 de otras situaciones, en las que también perecieron más de una decena de recién nacidos de manera poco clara en el área de neonatología, según explica el parlamentario anzoatiguense y coordinador de Vente Venezuela.

Ante la ausencia del director del Instituto de la Salud, fue presentado a la directiva de ese ente un documento contentivo de una serie de exigencias, entre ellas el que se proceda a determinar las causas que provocaron la falla eléctrica y posterior apagón en el centro de salud.

«Cómo se explica que el Gobierno obliga a los propietarios de establecimientos comerciales a contar con plantas eléctricas, pero el principal hospital del estado ante una contingencia, queda  en el aire y los pacientes a la deriva».

 

Parientes de los recien nacidos fallecidos dicen estar dispuestos a luchar para que se haga justicia, señalando que nunca como ahora, en el país se había presentado una situación de indolencia tan grave como la que existe en la actualidad.

Este planteamiento fue reforzado por González Moreno, quien calificó como un crimen el hecho de que el director de un hospital comercialice equipos médicos de uso pediátrico pertenecientes al centro asistencial, mientras decenas de niños padecen por falta de medicamentos e insumos.