El cambio de peso a bolívar estimula el contrabando de vehículos con placas venezolanas de modelo reciente negocio detectado por las autoridades colombianas en su territorio.

El cambio de peso a bolívar mediante el contrabando de vehículos en la frontera colombo-venezolana se ha convertido en el negocio de moda en esta zona. Las autoridades colombianas han puesto al descubierto un contrabando de vehículos último modelo de placas venezolanas que están circulando en Cúcuta.

Estas autoridades no se explican cómo, si la frontera está cerrada para el tránsito automotor desde agosto del 2015, están apareciendo vehículos del 2015 y 2016.

Durante la última semana la policía del Norte de Santander procedió a detener dos vehículos del año 2016, marca Toyota, que se encontraban atravesando una trocha ilegal fronteriza. Esta retención es apenas la punta del iceberg de un negocio millonario que viene atrayendo la atención de los contrabandistas dado el poder del cambio de peso a bolívar.

Las razones

El contrabando de vehículos se origina en el diferencial del cambio de peso a bolívar. Un automotor de los años 2013 al 2016 de placas venezolanas puede costar dos a tres millones de pesos menos que en el mercado colombiano. El contrabandista se aprovecha de un vacío en las leyes colombianas que permite, desde la década de los 50, la circulación de vehículos de placa venezolana en su territorio de forma temporal.

Muchos colombianos adquirieron sus carros en Venezuela y los trasladaron a Cúcuta y otras ciudades del Norte de Santander.
Estos automotores, con placa venezolana, se usaban para adquirir gasolina en la zona fronteriza de Venezuela y se hacía un doble negocio: un carro barato y un modo de transportar gasolina para revender en Colombia.

Con el cierre de frontera los vehículos de placa venezolana perdieron valor, pero los contrabandistas dieron cuenta de una oportunidad en la venta de carros modelo 2015 y 2016 con el cambio de peso a bolívar.

Para Diomar Velásquez, Secretario de Transporte de la ciudad de Cúcuta, “es evidente que los contrabandistas han creado sus redes y es evidente que tienen comprados a funcionarios de ambos lados de la frontera. Esa es la única forma para explicar por qué, a pesar del cierre, circulan Toyotas 2016 de placas venezolanas en Cúcuta”, afirmó.