Los Clap tienen desasistida a la población

El gobierno busca con los Clap disminuir la escasez, pero las fallas constantes han impedido que dicho sistema cumpla con sus funciones.

Cualquier sombra es buena para esperar la llegada del “camión” aún sin saber su contenido. Así se protegen del sol y la deshidratación cientos de personas a diario en la búsqueda de algún alimento o producto de la cesta básica a precio regulado. Ello evidencia, el fallo profundo de los Comités locales de abastecimiento y Producción (Clap) en cuanto a la distribución de comida.

“En mi comunidad han llegado los Clap, pero eso no es suficiente, además lo poco que vendieron dijeron que lo venderían de nuevo en 21 días y no se aparecieron” destaca Mireya Gómez, habitante de la ciudad de Barcelona, quien se trasladó desde bien temprano a Lechería para ubicar algún producto.

Desde hace algunas semanas, diversos controles establecidos por los organismos de seguridad y expendios de la zona metropolitana del estado Anzoátegui, han evitado la aglomeración de personas en las afueras de los mismos, sin embargo la realidad es que se han movido las colas de lugar.

“Si antes la cola estaba afuera del establecimiento, ahora la ponen en otro lugar, movieron el despelote, porque no hay mejores controles para la asignación de números, ni de puestos en las colas. Cada día hay más personas y eso significa que los Clap no hacen su trabajo” comenta Gómez.

Con la finalidad de bajar el impacto de las colas y apoyar a los Clap en la venta de alimentos, en los últimos días se distribuyeron por el oriente del país diversos productos de la cesta básica procedentes de Brasil. Los mismos hasta ahora no han tenido la acogida esperada debido a los elevados precios.

“Quién tiene ahorita para pagar un kilo de azúcar en Bs. 3000, Arroz Bs. 2500. El aumento de salario no te permite comprar más de tres productos brasileños” comenta Leticia Soto habitante de Barcelona.

Los Clap no han podido evitar la colas

Baja nutrición

Más allá de la poca distribución de alimentos, la preocupación de las personas radica en el tema nutricional. Si bien es cierto que con algunos productos vendidos por los Clap se puede saciar el hambre, también se conocen los daños que genera en el organismo una alimentación poco balanceada.

“Sé que los clap han vendido harinas (trigo y maíz) aceite, pasta, arroz y salsas (mayonesa y salsa de tomate) con eso come pero no se nutre una persona, nos preocupa que sabiendo los niveles de desnutrición que hay actualmente, no diseñen un plan para ofrecer una mejor alimentación a los ciudadanos”  refiere Jessica Acosta, experta en nutrición.