Son muchos los alimentos ricos en proteínas que ya no se consumen en Venezuela, consecuencia de los altos índices inflacionarios y la pérdida del poder adquisitivo.

De acuerdo con la Encuesta sobre Condiciones de Vida Venezuela 2016 (Encovi) desarrollada por las universidades Central de Venezuela (UCV),  Simón Bolívar y Católica Andrés Bello, junto con varias ONG, cada día son más los venezolanos que no comen alimentos ricos en proteínas y solo tienen carbohidratos en sus despensas.

Un estudio realizado entre 2014 a 2016 arrojó que los alimentos que más compran los venezolanos son harina de maíz, arroz y harina de trigo, además precisa que hubo modificaciones en el patrón de consumo, ya que las hortalizas y tubérculos como la yuca y el plátano, desplazaron la adquisición de alimentos ricos en proteínas como la carne y el pollo, pues solo un 43 % de los encuestados afirmaron incluir las proteínas en su dieta diaria.

La adquisición de estos alimentos pasó en dos años de 75% a 44% y 79% a 44%, respectivamente. Mientras que el de tubérculos se elevó de 9% a 52%.

La encuesta también reveló que se redujo el consumo de otras proteínas de origen animal como pescado (10%) y huevos (12%). Uno de los principales factores es el precio que presentan ya que un kilogramo de carne llega a costar 8 mil bolívares; de pollo, 4 mil, y de pescado, 3 mil bolívares. Sin contar el incremento frecuente que presentan. Solo en enero, el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas) reportó un aumento de 35,4% en el valor de pescados y mariscos; 22,5% en el de la leche, quesos y huevos; y 3,3% en el de las carnes.

Para una familia se vuelve cuesta arriba adquirir estos producto, de hecho, la encuesta señaló que el 93,3% de los 6 mil 413 hogares consultados indicó que sus ingresos no le alcanzaban para los alimentos.

El sondeo de Encovi también reveló que el 32,5% de los encuestados come dos o menos veces al día, lo que proyecta como 9,6 millones de venezolanos, un tercio de la población.

Para expertos en nutrición la excesiva ingestión de carbohidratos favorece el desarrollo de diabetes, hipertensión, hígado graso, obesidad, tanto abdominal como general, y desnutrición, siendo esta última, la condición más común actualmente en Venezuela. La pérdida de valor de la moneda venezolana, aunado a la falta de políticas económicas efectivas, ha conllevado que un porcentaje considerable de la población, especialmente niños y adolescentes, presenten cuadros de desnutrición ante la falta de consumo de alimentos ricos en proteínas.