En un trabajo realizado por la periodista Angélica Lugo, se puede apreciar como los presos venezolanos pagan una doble condena: La de sus delitos y el pasar hambre.

 

En el reportaje León muestra como las comisarías venezolanas se han convertido en un sistema penitenciario paralelo: los presos en lugar de estar 48 horas detenidos en estos centros de detención preventiva han cumplido hasta dos años en la espera de un cupo de traslado.

Lo que ha hecho que muchos de estos reos sufran por la falta de alimentos, ya que las autoridades policiales no cuentan con los recursos necesarios para mantener a esa población reclusa.