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Por la crisis económica en Venezuela los abuelos en situación de calle y otros abandonados en la puerta de Casas Hogares carecen de alimentos y medicinas.

Si resulta difícil para una familia venezolana conseguir los alimentos más básicos para comer debido a la crisis económica, piense cómo hacen los responsables de la atención de ancianos con diversas patologías, desde Alzheimer, Síndrome de Down, retraso mental, parálisis y problemas de motricidad, quienes tienen una lucha diaria por conseguir comida, pero también pañales y medicamentos.

Este es el día a día de María Froilán, encargada de la Casa Hogar San Onofre, donde vive junto a su esposo y sus dos pequeñas hijas. Comer es el mayor de los retos sobre todo porque además hay que estirar los recursos que el asigna el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) a 9 de los abuelos que están allí recluidos ya que los restantes 10 son “casos sociales”, es decir, abuelos que estaban en situación de calle o algunos cuyas familias los dejaron en la puerta del ancianato.

El Ivss asigna un estimado de Bs. 10 mil  mensuales  por cada abuelo (9 favorecidos) y ese monto debe distribuirse entre el alquiler de la casa donde están alojados, pago de servicios, patente, salarios, desayuno, almuerzo, cena y  una merienda además de materiales para la limpieza y pañales.

“Es sumamente difícil llevar este centro por la escasez de comida, pañales y medicinas. Todos los días vas al supermercado y es un precio nuevo, es fuerte.”

En la actualidad la comida de los abuelos  son las verduras pues no puede comprar granos, pasta, arroz ni harina de maíz porque nada consigue.

María explica que el desayuno lo cubre con avena, pan o fororo y mas nada. En el almuerzo y cena usan verduras y vegetales para poder rendir lo que consigue. Afirma que son muy pocos los familiares que colaboran con los abuelos y sabe que es porque no tienen recursos económicos.

En mas de una ocasión María  ha sentido que por la crisis económica  su Casa Hogar tendrá que cerrar, porque no resulta fácil atender a los pacientes, alimentarlos, buscar alimentos y cumplir con las exigencias del Ivss.

“Algunas veces siento que se acerca el turno, es sumamente difícil. Las necesidades siguen y vamos para adelante.”

Su Casa Hogar requiere de mejoras y de mantenimiento. Los baños necesitan ser reparados, las paredes de los espacios abiertos muestran daños en el friso, sin embargo esos trabajos deberán esperar, a menos que lleguen colaboraciones.

Justo cuando se hacía la entrevista representantes del Rotary crisis economica en venezuelaInternacional  entregaban una silla de ruedas nueva,  que supera los 150 mil bolívares, equipo que no puede adquirir la Casa Hogar.

Para Maria  este tipo de trabajo solo puede hacerse cuando se tiene mucha paciencia y sensibilidad: “Esto es una cadena, hoy son ellos mañana es uno”.

En la actualidad son 76 centros que como la Casa Hogar San Onofre reciben aportes del Ivss y garantizan la atención de más de 5 mil abuelos, sin embargo los padecimientos son los mismos; requieren medicinas, alimentos y pañales.