escasez en venezuelaLa crisis ligada a la escasez en Venezuela y alta inflación, hace que niños se enfilen hacia la desnutrición, al no contar con una alimentación balanceada.

Los niños de Venezuela no tienen por delante precisamente un futuro promisorio, porque la situación que atraviesa el país, peligrosamente les está condenando a la desnutrición, problema que a la larga podría derivar en otras complicaciones, de no ser atendido a tiempo. El problema de mala alimentación  se ha agudizado en los últimos años debido a la escasez en Venezuela, la inflación y el  escaso ingreso familiar, pero  también, los malos hábitos alimenticios inciden en el problema de desnutrición que se viene presentando entre los niños y que amenaza el futuro del país.

“Estoy clara que la pasta, el arroz y las harinas no son precisamente lo más sano para alimentar a nuestros hijos, pero es lo que podemos preparar cuando se consiguen, así nos estamos acostumbrando, lamentablemente al cocinar carne pollo o pescado lo acompañamos con esos carbohidratos”, comenta Eneida  Gómez, quien afirma que intenta aprender   a combinar mejor los alimentos que se consiguen en el mercado.

Una  buena alimentación es hoy una proeza

El doctor Antonio Carrasquel, es médico pediatra y obesólogo, explica que disfrutar de buena salud, está íntimamente ligado a una buena alimentación, pero alerta que existen muchos aspectos que conspiran contra ese estado ideal, entre ellos la escasez, el alto costo de la vida, la falta de recursos,  los malos hábitos nutricionales y un  inadecuado estilo de vida, así como el sedentarismo y la ausencia de un régimen de ejercicios.escasez en venezuela

La  situación de precariedad presente en el país ha hecho que la la escasez en Venezuela reine, convirtiéndose en el  principal enemigo de una buena alimentación, pero a la vez en el aliado de la desnutrición, la diabetes, la obesidad y otros problemas de salud, debido a que al no tener  a mano los alimentos de primera necesidad, muchas familias han tenido que cambiar sus  hábitos alimenticios, pero para mal, lo cual a la larga puede resultar peligroso.

El Dr. Carrasquel explica que el ser humano tiene requerimientos diferentes en función de la edad. Así un niño que está en crecimiento por ejemplo, debe consumir alimentos balanceados, con presencia de carbohidratos en  50%, 15% de proteínas y 15% de grasas, pero en todas las etapas, es imprescindible la ingesta de alimentos balanceados.

Lamentablemente,  la economía de guerra que existe en Venezuela según el especialista, ha hecho que cada día existan más niños obesos y alerta que en unos años, de mantenerse por tiempo prolongado la crisis actual, será un hecho que muchos niños de Venezuela sufrirán desnutrición, diabetes, obsesidad y otros males.

El experto recomienda estar ojo avizor con la educación de los pequeños, especialmente en la edad comprendida de 0 a 6 años, porque es precisamente en ese período vital, cuando están en pleno desarrollo sus capacidades físicas y mentales. Privar al niño en este período de los elementos esenciales para su crecimiento pleno, podría colocarlo en condición de discapacidad respecto a otros niños que sí estén bien alimentados.

Estima que frente a ello, se impone una campaña informativa y educativa que debe partir del Estado y ser reforzada en el seno familiar, de manera que el niño que está creciendo, nunca tenga necesidad de acudir a un obsesologo, recomendación ésta que evidencia un total desinterés, dada su especialidad.

Es necesario,según explica, que desde el hogar se rompan algunos hábitos y costumbres que no son del todo sanos, como la ingesta de harinas refinadas (carbohidratos simples) en lugar de consumir carbohidratos complejos como verduras, acompañados por una multiplicidad de vegetales ricos en vitaminas.

Desde la perspectiva  del especialista, pese a la crisis, hay que preservar buenos hábitos alimenticios, lo cual es requisito sine qua non para gozar de buena salud.

«Sabemos que hoy día es difícil pero hay que hacer el esfuerzo para consumir alimentos ricos en proteínas, sin dejar de lado la leche en el caso de los niños».

Las legumbres, grasas, hortalizas, cereales y frutas también deben estar presentes en la dieta diaria. «Eso sabemos que en la práctica es muy complicado, pero se requiere con la regularidad posible, la ingesta de estos grupos de alimentos».

Proteínas¡No hay!

Desde que se agudizó la escasez en Venezuela de productos de la dieta básica, comenzó Cristo a padecer y muchas familias han dejado de comer tres veces para hacerlo dos y hasta solo una vez.

Es el caso de Ana, una joven madre de 25 años,  quien  afirma que trabaja haciendo limpieza por día en casas de familia, lo que le permite mantener a sus pequeños de 5 y 7 años, es viuda gracias al hampa y vive en una barriada de Barcelona.escasez en venezuela

«Semanalmente hago cola durante 6 ó 7 horas, casi siempre me llevo a mis dos hijos, no me gusta dejarlos solos, pero la compra se reduce a cuatro paquetes de harina cuando más y margarina», porque gasto al comprarles cualquier cosita para comer en la cola, casi nunca queda  para carne o pollo y el pescado ni lo vemos es carísimo, comenta.

Cuenta que hasta finales del año pasado le alcanzaba más el dinero, porque lograba redondearse el equivalente al salario mínimo que hoy pasa de 11 mil 500 volívares, pero aduce que ahora muchas veces hasta  se acuestan sin cenar.

«Hace unos días el mayor de mis hijos empezó a sentir mareos y se desmallaba en la escuela, lo llevé al médico y ahí me dijeron que estaba desnutrido. Creo que todo viene por darle mucha   arepa con matequilla. Decidí no darle tanto eso y ahora sigo comprando  la harina pero a veces la cambio por sardinas delata porque me dijeron que eso contiene algo que necesita y que llaman proteínas, sé que tengo que alimentarlo mejor, pero la masa no da pa’ bollos».

De acuerdo con indicadores de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), nuestro país está en la lista de los tres primeros  países con la mayor tasa de obesos  en Latinoamérica y entre los 10 de todo el mundo,  según el último  informe de la organización Intermón Oxfam sobre la situación alimentaria del planeta.