El hambre en Venezuela ha cobrado la vida de venezolanos. El hambre en Venezuela crece día a día y ver comer de la basura a familias enteras ya es algo rutinario, mientras el Gobierno se hace la vista gorda.

El hambre en Venezuela se manifiesta en cualquier esquina, llevar los tres platos a la casa se ha convertido en una total hazaña para quienes viven con sueldo mínimo, debido a dos vertientes, escasez de alimentos e inflación.

El hambre en Venezuela ha cobrado la vida de venezolanos. Según el vicepresidente de Planificación, Ricardo Menéndez, la pobreza extrema por necesidades básicas insatisfechas, mostró un supuesto signo importante de reducción, al concluir el primer semestre de 2016 en 4,4%.

De acuerdo a la información suministrada por Menéndez esta cifra se venía ubicando en 5,5% en el 2013; 5,4% en 2014 y 4,8% al finalizar el 2015, pero… ¿qué tan cierto es esto?

Un sondeo que realizó la «Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela» (ENCOVI), conjuntamente con la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el incremento de pobreza en la población venezolana es de hasta 75%.

El hambre en Venezuela ha cobrado la vida de venezolanos.ENCOVI concluyó que cerca de 23 millones de venezolanos tienen dificultades para satisfacer sus necesidades a partir del ingreso, añadiendo que por primera vez la pobreza extrema es mayor que la pobreza no extrema.

El Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) indica que con el presidente Nicolás Maduro la pobreza ha alcanzado niveles históricos, a tal punto que ha caracterizado a su gobierno como una gran fábrica de pobreza y exclusión social.

Menú en la basura

En una de las principales calles de Maracaibo y a la luz del día, al igual que en otras zonas del país, la gente ha hurgado la basura en búsqueda de alimentos que puedan calmarles el hambre al menos por unas horas, la odisea no tiene menú, es simplemente cuestión de suerte y el hallazgo de un buen pedazo de algo termina siendo el resuelve del día.

Entre esos tantos nombres que forman la larga lista de quienes padecen el hambre en Venezuela está Zuly Atencio, quien con sus cuatro hijos se dispuso a revisar que tenía para ella la bolsa de basura.

El hambre en Venezuela ha cobrado la vida de venezolanos. “Tengo hambre y mis hijos también”

“Trabajo cuidando carros con mis hijos, a veces no dan nada…, aquí a veces se consigue un pan duro y hasta arroz…, sí se puede comer”, manifiesta Atencio.

La misma situación de Atencio la viven otras personas que también ven en los basureros una alternativa ante la desesperante hambre en Venezuela.

Muertes por hambre en Venezuela

En los últimos días el hambre en Venezuela junto a la pobreza extrema se ha llevado la vida de dos pequeños que no aprendieron ni a hablar, el primer caso fue el pasado 20 de agosto en el barrio Las Trinitarias al suroeste de Maracaibo.

El hambre en Venezuela ha cobrado la vida de venezolanos. La pequeña víctima llevaba por nombre Royer Augusto Machado, tenía apenas 18 meses, estuvo tres días sin comer, tan solo unas pocas gotas de agua de leche calmaron su hambre antes de que muriera, pues su madre, Jazmín Machado, aseguró que no tenía dinero para alimentarlo.

El 26 de agosto otra muerte se registró, esta vez al oeste de Maracaibo, Emiliano Valencia de ocho meses fue la víctima, las causas de muerte fueron desnutrición severa y escabiosis en 60% de su piel.

Según la Fundación Bengoa por cada caso que se atiende o fallece por desnutrición crónica, hay unos 20 niños desnutridos en su comunidad.

“Estoy que me vuelvo loca”

Jacqueline Naranjo y su hija Estefanía, son otros de los tantos rostros del hambre en Venezuela, ya que pertenecen a esos cientos de venezolanos que hoy viven en pobreza extrema.

La situación para Naranjo como madre es compleja, ya que su hija padece de hidrocefalia congénita y presenta un grave cuadro de desnutrición proteico calórica. Jacqueline no tiene un trabajo estable, más que vender dulces artesanales en la calle de forma eventual, trabajo que ha paralizado porque ni siquiera consigue los materiales para la elaboración de los mismos.

“Hoy no tengo nada que darle a la niña, estoy sin leche, estoy sin nada”

“Ya estoy cansada, estoy que me vuelvo loca, a veces le pido a Dios que me envíe la muerte porque esto es duro para mí, hoy mi hija no tiene que comer, he tenido que estar vendiendo mis cosas para poder comprar lo que sea para alimentarla”, sentencia Naranjo.

La condición de Jacqueline se agrava pues ella sufre de problemas en la columna, asevera que no le importa lo material sólo que le ayuden con la alimentación y tratamiento para mejorar la condición de su hija por lo que pide la colaboración de todos para su pronta recuperación.

Quienes deseen ayudar bien sea con alimentos o dinero pueden hacerlo a través de la cuenta del Banco Provincial 0108-0511-29-02002152 a nombre de María Briñez o comunicarse para algún tipo de donación al 0414 6944797.