Ahora con Luisa Ortega Díaz en Colombia, son muchas las hipótesis que nacen entorno a la funcionaria chavista que presuntamente posee pruebas contundentes de casos de corrupción ejecutados por el Gobierno de Nicolás Maduro.

Luisa Ortega Díaz en Colombia podría desencadenar una serie de hechos que afectarían directamente a la cúpula gobernante en Venezuela. No obstante, la situación de la fiscal venezolana, quien llegó a Bogotá junto a su esposo, el diputado chavista Germán Ferrer, es manejada por Colombia bajo estricto hermetismo, al tiempo que crecen las conjeturas sobre su futuro.

Mientras el Gobierno se ha limitado a confirmar que la fiscal vinculada al chavismo y que en los últimos meses marcó distancia del régimen de Nicolás Maduro aterrizó en Bogotá, expertos y políticos apoyan que se le otorgue asilo político y otros sectores no descartan que viaje a un tercer país como Estados Unidos.

Ortega, la voz disonante del chavismo, arribó el pasado viernes al aeropuerto El Dorado desde Aruba tras de una travesía digna de Hollywood, que, según versiones de prensa, inició en Caracas, prosiguió en las costas de la Península de Paraguaná, en el noroeste de su país, desde donde viajó en lancha hasta la isla caribeña.

Por su parte, Migración Colombia informó ese día en un breve comunicado que Ortega «ingresó al país proveniente de Aruba» en un vuelo privado «e hizo su correspondiente trámite migratorio».

Ante eso, el ministro colombiano del Interior, Guillemo Rivera, se limitó a confirmar la llegada de la funcionaria, sin que suministrara detalles sobre su situación migratoria o paradero. «Será la señora canciller de la República de Colombia (María Ángela Holguín) quien exprese la voz oficial del Gobierno Nacional», puntualizó Rivera. Por lo que ahora, se espera cual será el futuro de Luisa Ortega Díaz en Colombia, si recibirá asilo político en el país neogranadino o si decidirá partir a tierras norteamericanas y facilitar al Gobierno de Trump las pruebas que vinculan al chavismo con graves hechos de corrupción.