Monseñor Diego PadrónLos obispos venezolanos entre ellos el cardenal Porras y monseñor Diego Padrón coinciden en que el gobierno quedó deslegitimado con el diálogo.

El gobierno quedó deslegitimado con el diálogo en el que participaron como mediadores representantes de Unasur y el vaticano, razón por la que los obispos venezolanos, entre ellos monseñor Diego Padrón, lamentan los perjuicios causados al pueblo por el incumplimiento de los acuerdos anunciados en noviembre pasado.

El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, recordó que el gobierno y la oposición solo se han sentado juntos en tres ocasiones. Afirmó que dada la radicalización, los enfrentamientos entre ambos sectores equivalen a una guerra.

«El diálogo pone de relieve que el gobierno es un gobierno deslegitimado y debe ser revocado. Un gobierno que ha destruido la agricultura, atacado a empresas y perseguido de forma ilegal a los disidentes, no ha resuelto la inseguridad, no hay medicinas, no hay alimentos, tiene que ser revocado. Con o sin Consejo Nacional Electoral, ante la opinión pública está revocado».

Por su parte el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, enfatizó: «Los obispos no estamos contentos con la marcha del diálogo por su lentitud y porque especialmente el gobierno no da señales de credibilidad, al incumplir algunas exigencias no solo de la oposición, sino de todo el pueblo».

Similar postura asumió el cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida.

«El régimen está a espaldas de las necesidades de la población que sufre hambre, inseguridad y falta de medicamentos», señaló Porras.

«Hay que asumir la responsabilidad con sensatez. La característica del gobierno, a lo largo de 18 años, es que difícilmente atiende los males de la sociedad. Achacan al imperio la guerra económica y estamos en un sistema que busca más deterioro de la calidad de vida. La canciller Delcy Rodríguez habla de derechos humanos en Venezuela y uno se queda atónito ante la realidad que sufre la gente», subrayó.

El cardenal Porras afirmó que la sociedad quiere caminos pacíficos y constitucionales y no caer en la tentación de salidas violentas que dejan más dolor y muerte.

Por otra parte monseñor Diego Padrón cree que las críticas de voceros del PSUV a la misiva de Prieto Parolin reflejan que el texto no fue leído o no se comprendió su contenido.

«La carta fue dirigida al gobierno, a la oposición y a la Unasur, no solo al Ejecutivo. Si se lee bien uno se da cuenta de que el cardenal Parolin, que fue nuncio apostólico en el país, escribió con preocupación y dolor sobre lo que aquí ocurre; lleva el afecto de Venezuela en su corazón. De ahí su demanda, su ruego para preguntar sobre el resultado de los acuerdos. Con esto no se agrede ni al gobierno ni al país», destacó.

Los ataques al Vaticano perjudican al gobierno, señaló el cardenal Baltazar Porras. Explicó que este tipo de reacciones son propias del proceso de facilitación.

El presidente de la CEV monseñor Diego Padrón dijo que el país debe estar muy agradecido con el Papa por su deseo de ayudar a solucionar los sufrimientos de los venezolanos. Porras y Padrón son partidarios de que el diálogo continúe, pero no como un mecanismo único.