A pocos días de la navidad lo que se observa en Venezuela, ¡lamentablemente!, es la falta de celebración en estas fechas a diferencia con otrora años en democracia. Los rostros de nuestro pueblo han cambiado profundamente, ojos lánguidos por la opresión y humillación de una cúpula de incompetentes que no le da respuesta a la verdadera oposición venezolana que es el pueblo, esa gente de a pie, los desconocidos, que a pesar de su desgaste quieren recuperar al país a costa de todo.

Nos ha quedado muy claro que aquí nunca ha habido realmente oposición como en otros países. El Estado no ha vivido de la nación, si no que el pueblo ha vivido del Estado. Se ha entregado, despilfarrado y tirado el dinero a conveniencia política, tanto de un lado, como del otro, mano a mano. La historia contemporánea nos lo ha demostrado, han habido errores y muchos, pero este gobierno ha sido apocalíptico, no educó para el trabajo, ni para la producción, si no que se dedicó a comprar conciencias dejando a un lado los valores y principios, llevándonos al crítico momento en el que estamos y que desgraciadamente tendrá un desenlace fatídico.

Todos los partidos políticos en Venezuela tienen carácter socialista, con lo cual no hay confrontación opositora efectiva en contra del gobierno, lo que hacen es convivir la una con la otra. Hablan de candidaturas presidenciales cuando el pueblo no tiene tan siquiera una figura representativa, la competencia entre ellos por una individualidad y sus ansias de poder es el error más grande que han cometido, la confianza y credibilidad de la gente la han perdido y les cobrará la factura a su debido momento.

Cuando ocurrió el Caracazo en el año 89, la situación del país no era ni remotamente el 5% del colapso y la tribulación actual del país, sin embargo como medida ante el malestar del pueblo, en el año 92, las instituciones democráticas tomaron la decisión de destituir al Presidente y convocar a elecciones, que realmente fueron “ELECCIONES” y no “VOTACIONES” como lo que esta ocurriendo ahora, engañan a la gente para que salga a votar y son ellos que eligen a conveniencia el ganador, y esto ocurre por la falta de independencia, transparencia y equidad de las instituciones.

A estas alturas, a un paso de terminar el 2017, solo se respira tristeza, frustración, decepción, apatía, coraje y exasperación. Te cruzas con personas ataviadas de estrés que parecen zombis sin rumbo, tal cual como está el país por la irresponsabilidad y falta de compromiso de dirigentes que no nos representan. Han omitido el llamado de millones de venezolanos para evitar la tragedia, y lo que han hecho es recorrer estos años a envites sin el menor sentido común.

No deseo nada para mi está navidad, solo deseo que llegue la cordura, la sensatez, la honestidad y el progreso a nuestra querida Venezuela, que paren las muertes de nuestros niños, muchos de ellos sólo están pidiéndole al niño Jesús comida un derecho mundial en lugar de un juguete.

Espero desesperadamente que cambie el rumbo y mentalidad política de los venezolanos, somos muchos los que podemos aportar medidas innovadoras y efectivas para acabar con la oligarquía, la demagogia y el detrimento en el que han sumergido al país.

Dios te bendiga Venezuela.