Los pensionados venezolanos en el exterior, específicamente en Estados Unidos, no cobran desde diciembre de 2015.

La grave situación que enfrentan los pensionados venezolanos en el exterior empeora con el pasar de los días. Solo en España hay más de 10 mil personas que no han podido cobrar su pensión desde hace 22 meses, mientras que en el resto del mundo la cifra asciende a 13 mil 500 personas afectadas. La mayoría, tienen entre 75-90 años de edad y no tienen la posibilidad de poder conseguir algún trabajo.

A pesar de las quejas formales a los organismos competentes tanto en Venezuela como en otros países, los pensionados venezolanos en el exterior no han recibido ninguna respuesta formal.

“En 6 oportunidades me he reunido con el Embajador de Venezuela en España, le he enviado comunicados al Defensor del Pueblo, Banco Central de Venezuela y hasta a Cencoex y ninguno ha dado la cara. Esto que hacen con los pensionados en el exterior es una maldad… cuanta indolencia tienen” expresó el Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Madrid.

La situación en Estados Unidos, es igual de grave. Son más de 3 mil los beneficiaros que se encuentran en condiciones críticas en ese país, debido a que en su mayoría dependen del pago de su pensión en moneda extranjera.

Tanto a los pensionados venezolanos en Estados Unidos, como los que residen en países con Convenio de Seguridad Social (Chile, Ecuador, España, Italia, Portugal y Uruguay) se les adeuda todo el año 2016 y lo que va de 2017.

Sonia García, Contador Público de la Universidad Central de Venezuela, lleva más de 9 años residenciada en Estados Unidos, por exilio político, luego de que en Cadena Nacional fuera despedida por el fallido presidente Hugo Chávez y la famosa “lista Tascón”. Sorpresivamente, esto no representó ningún impedimento para que a partir de 2012 empezara a cobrar su pensión en bolívares.

“Yo comencé a cobrar la pensión en agosto de 2012; en ese momento el cobro en bolívares era de 2 mil 047,52 bolívares… Me tocaba jubilarme desde el año anterior, pero me atrasé con el trámite, era un poco engorroso porque tenía que hacer todo desde aquí (Estados Unidos) y le di a mi hermana un poder amplio solo para el IVSS, con todos los derechos inclusive para abrir cuentas”

Sin embargo, luego logró cobrar su pensión hasta diciembre de 2015 y desde entonces nadie le ha dado respuesta a ese grupo de afectados en Estados Unidos.

El IVSS y la lista de fallecidos

El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), está “matando” a los pensionados venzolanos en el exterior, así lo ha denunciado el Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Madrid, Pedro Ontiveros.

De acuerdo con declaraciones de Ontiveros, los pensionados en el exterior están “pasando las de cain”, debido a que algunos de los inscritos en el IVSS cuando acceden al portal web de la institución aparecen como “fallecidos”. A pesar de que a inicios de este año 2017, los consulados en España realizaron la correspondiente “actualización de datos” como una especie de fe de vida.

“Mi esposa y yo aparecemos como fallecidos…Estamos desesperados porque no solo nos deben 24 meses de pago, sino que ahora para ellos estamos muertos… ya ni esperanza nos dan de que vamos a cobrar” agregó Ontiveros.

Asimismo, Ontiveros aseguró que los datos todavía no han sido enviados desde España a Venezuela y “el IVSS ya considera que no estamos vivos”.

¿Por qué no envían los pagos a los pensionados venezolanos en el exterior?

Para nadie es un secreto la grave crisis económica que enfrenta el país, la falta de divisas se hace notar en varios ámbitos, desde la escasez de medicamentos y alimentos, hasta el pago de pensiones y dólares a estudiantes en el exterior. Para la economista Anabella Abadí, los controles cambiarios más que una “solución temporal” pasó a ser un problema recurrente en la economía venezolana.

¿Por qué no envían los pagos a los pensionados venezolanos en el exterior ?

 

“La falla del control cambiario radica en que se niega a entender la realidad de los mercados debido a que elimina las señales que envía el precio de un producto, de su demanda, costo de producción e incluso calidad, y hace creer que todos los productos son iguales, lo cual es falso” indicó Abadí.