Esta noche se estrena la septima temporada de Game of Thrones y el mundo entero se prepara para seguir la historia del trono más codiciado en Westeros.

Game of Thrones, la serie basada en las novelas de George R. Martin estrena la noche de este domingo una nueva tanda de episodios más corta en número, siete, pero que promete ser mucho más intensa que la anterior.

El Trono de Hierro está en juego. Los aspirantes a ocuparlo han tomado posiciones y la batalla hace tiempo que comenzó. El inverno ha llegado, de pleno, y la épica promete ser un personaje más en el regreso de una serie que hace mucho que trascendió al medio convirtiéndose en fenómeno de masas dentro y fuera de la pantalla. Juego de tronos vuelve con cambios significativos y muchos frentes por cerrar. En España podrá verse a través de HBO y Movistar Series Xtra.

Mucho ha llovido desde que el 24 de junio de 2016 se emitiese The Winds of Winter y Juego de tronos dijese adiós durante un periodo de tiempo más largo del habitual y con la sensación en espectadores y crítica de haber disfrutado de la mejor temporada de la serie creada por David Benioff y D. B. Weiss. Quizá porque fue con esta tanda de episodios con la que tomaron la delantera a George R. Martin y se sacudieron el peso de las novelas y las siempre agotadoras comparaciones entre texto literario y audiovisual.

Fue como si la serie despegase, soltase lastre y volase por sí sola como si fuese uno de los dragones de Daenerys. La sexta fue la temporada de Jon Snow (Kit Harrington) y Sansa Stark (Sophie Turner), dos personajes demasiado contenidos hasta entonces que despertaron y se apoderaron de Juego de tronos. La sexta también contuvo el mejor capítulo hasta la fecha. La batalla de los bastardos aún resuena, impacta y corta la respiración.

La séptima llega en verano y no en primavera como solía ser habitual –había que rodar en invierno en busca de paisajes fríos y helados y no se llegaba a tiempo para estrenar en las fechas de costumbre– y recogerá los distintos hilos de la trama donde los dejó. Jon Snow quedó como señor de Invernalia con Sansa a su lado y Meñique (Aidan Gillen) malmetiendo entre ambos.

Daenerys (Emilia Clarke) encontró en Tyrion (Peter Dinklage) a su Mano de la Reina particular y puso rumbo a Desembarco del Rey con la flota que por fin había logrado para el asalto. Viajaba acompañada también por Varys (Conlet Hills) y los hermanos Greyjoy, Theon y Yara. Y mientras, Cersei (Lena Headey), madre de nadie y habiendo visto morir a todos sus hijos, ocupaba el ansiado trono.