Este domingo circuló la edición número 6 de la Revista de los Clap en la que exponen la función social de estos comités mientras en las comunidades imponen sanciones a quienes hablen mal del gobierno y podrán ser individuales o colectivas.

Mientras el presidente Nicolás Maduro celebra ya seis meses de la creación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción para “distribuir los alimentos directamente al pueblo” y promueve la publicación de la Revista de los Clap, el gobierno y sus representantes en las comunidades anuncian nuevas condiciones para ser beneficiarios: «Completa lealtad con el proceso o castigo, como la suspensión de la entrega de bolsa durante tres meses».

En un trabajo especial publicado por la periodista Ana Díaz en el diario El Nacional, se expone la situación que se vivió con varios consejos comunales en Los Magallanes de Catia.

“Fueron convocados a una reunión el sábado 6 de agosto, en la que estuvieron presentes el jefe de zona de las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez y una funcionaria de la Defensoría del Pueblo para “bajar los nuevos lineamientos a las comunidades”.
Una representante de uno de los consejos comunales informó, durante ese encuentro, que PDV-Mercal había cambiado las reglas para la compra.

Sanciones individuales y colectivas

Entre las nuevas reglas destaca que desde el 1° de septiembre quedaron prohibidas las colas cerca del centro de expendio. La situación obedecía a que las personas se quejaban del gobierno dentro de un comercio público, lo que no les gustaba a los gerentes y dirigentes afectos al oficialismo. Precisó que las sanciones serán individuales y colectivas.

“Yo entiendo que no quieran al gobierno. Yo sé quiénes son de oposición y no se les niega el acceso al beneficio. Los respeto, pero cómo se van a poner a hablar mal del gobierno en los espacios del Mercal. Si eso pasa, la persona será suspendida por tres meses, pero si la situación continúa será sancionado todo el consejo comunal”, advirtió la responsable de alimentación del consejo.

Otra penalización que sería impuesta a quienes hagan público su descontento contra el gobierno es sacarlos de la data y obligarlos a adquirir los productos en jornadas a cielo abierto. “Eso podría ser horrible porque allí no hay control ni temporalidad”, agregó.

Por un asunto de seguridad, los consejos comunales recomendaron a los ciudadanos salir en grupo hasta sus hogares para evitar ser víctimas del robo de la comida, pues en jornadas anteriores se han presentado casos.

El jefe de la UBCH notificó que el pago de la bolsa es en efectivo, debido a que el punto para tarjetas y el sistema biométrico nunca tienen conexión, esto a pesar de los anuncios hechos por el propio Maduro en cadena nacional.

“El combo no pasa de 5.000 bolívares, pero quienes quieran llevar pollo u otros productos adicionales deben pagarlos aparte”.
No hay atención especial para quien tenga problemas de columna
La funcionaria de la Defensoría explicó que no toda persona califica como discapacitado para entrar de manera preferencial a la entrega de las bolsas.

“Si una persona joven sufrió un ACV y no presenta una complicación posterior tiene que hacer su cola. Lo mismo para el que sufra de la columna. El que venga debe tomar sus previsiones”.

La defensora recordó que Mercal nació cuando 30% de los venezolanos no tenía acceso a los alimentos. “Esta cifra disminuyó gracias al gobierno y ahora la situación de escasez es coyuntural”.

Amenazas contra opositores

Los beneficiarios de las bolsas de comida que reparten los consejos comunales de Simón Rodríguez, Parque Central en Caracas y Cumaná, estado Sucre, afirmaron que la militancia del PSUV y las Unidades de Batalla Bolívar-Chávez, incluidas en los CLAP, les instruyeron sobre las nuevas reglas de adhesión plena para recibir el beneficio.

Marcela Máspero, coordinadora de la Unión Nacional de Trabajadores y residente de Parque Central, destacó que en las reuniones del consejo comunal y en visitas apartamento por apartamento los oficialistas han amenazado con no entregar los alimentos a los que critiquen al gobierno.

“En la comunidad de Parque Central, la directiva del consejo comunal da las bolsas a quienes muestren un pase expedido por el PSUV, y para que no se vea la cola, la distribución se hace en los sótanos de los edificios”, señaló Máspero.