Madres del Hospital J.M. de los Ríos protestaron porque los quirófanos no están funcionando

Susana Álvarez, una de las madres del hospital J.M. de los Ríos, informó que 10 de ellas trancaron este miércoles la calle que está frente al centro de salud para denunciar las constantes suspensiones de cirugías de sus hijos. Añadió que de nueve quirófanos, solo estaban funcionando dos, pero ahora presentan fallas en los aires acondicionados. Tan solo uno de emergencia está abierto.

“Algunos pequeños tienen más de 50 días esperando para ingresar en el quirófano. Las autoridades alegan que las suspensiones son por fallas en el aire acondicionado”, ratificó Álvarez.

La Comisión de Desarrollo Social Integral de la Asamblea Nacional en un comunicado firmado por madres del hospital J.M. de los Ríos añadió que además de que “no funcionan la totalidad de los quirófanos, luego de las operaciones, no necesariamente se da de alta al paciente, lo que significa que el niño se queda en el hospital por tiempo indefinido exponiéndose al contagio de otras enfermedades”.

Las madres también denunciaron que las “Jornadas Quirúrgicas” fueron suspendidas por la Dirección del Hospital. “Con ellas, quien podía, pagaba a un anestesiólogo privado externo al hospital para que se realizara la cirugía a su hijo. Dichas jornadas se hacían los fines de semana sin afectar el normal desenvolvimiento del centro, beneficiando a quien podía pagar, pero también a quien no, porque se acortaban los tiempos de espera por cupos quirúrgicos”, destaca el comunicado.

En el mismo documento, se denuncia que los pacientes reciben los alimentos del Hospital Vargas, “aderezados con insectos, tuercas, vidrios y otras cosas, lo que evidencia el mal estado del lugar destinado para su preparación y la falta de medidas mínimas de higiene”. Añade que la comida, “cuando llega, llega tarde, fría, sin sal ni azúcar. Tampoco se cumplen las dietas porque la comida es igual para todos los pacientes”.

Sobre los exámenes hechos en laboratorios, los familiares expresan que cada día son menos los estudios que se pueden hacer en el del hospital por falta de reactivos, de equipos y de agua. Esto “nos obliga, como padres, a buscar dónde hacer los exámenes necesarios, convirtiendo la realización de un examen de rutina en un verdadero viacrucis, que inicia por conseguir los recursos económicos necesarios para realizar los exámenes en centros privados”.

Otro problema que se presenta en el hospital es que solo se encuentra operativa una cava para conservación de cadáveres y muchas veces son más de uno los cuerpos que deben compartir ese pequeño espacio.

Además, falta un ascensor. “Los cuerpecitos deben ser cargados y bajados por una escalera hasta la morgue. Es una situación indignante”, expone el texto.