Padres y representantes compran la lista de útiles escolares a medias pues solo llevan los que consideran más necesarios.

La lista de útiles escolares es el dolor de cabeza de los maracayeros, quienes se debaten desde julio entre la adquisición de los implementos de los niños y adolescentes para la prosecución de estudios y la compra de alimentos para mantener a la familia. Préstamos, bolsos, ahorros y cualquier forma de obtener dinero se pone en práctica este año para de alguna manera tratar de cubrir lo mínimo necesario establecido en la lista de útiles escolares. Representantes aseguran que adquirir todo lo que contempla la lista de útiles implica una inversión cercana a los 100 mil bolívares, unos cinco salarios mínimos.

“Estoy aterrorizada con los precios. Yo venía ahorrando desde febrero para que el golpe no fuera tan duro, además completé con el pago de vacaciones en la empresa para poder comprarle la mayoría de las cosas que le pidieron a mi hija que cursará el 5to grado” comentó Liomar Sánchez mientras llevaba cuatro libretas de una línea a razón de 1040 bolívares cada una.

Hasta ahora, Sánchez ha invertido 68 mil bolívares en la compra de la lista de útiles escolares, pero aún le falta adquirir el uniforme, zapatos de diario y deportivos, por lo que calcula que este año enviar su hija a clases representará 120 mil bolívares.

Arturo Núñez comentó que en Venezuela “o comes o llevas un muchacho a la escuela”. En realidad las dos son prioridad, por lo que en su caso, familiares sin niños le colaboran económicamente en una especie de “vaca” para adquirir lo que sus hijos necesitan en la vuelta a clases.

En librerías de Maracay aún se mantienen los compradores de forma tímida. Juan Gallardo, encargado de una librería en el centro, aseguró que hasta ahora el 80 % de la clientela se lleva la lista de útiles escolares incompleta. Tijeras, por ejemplo, no son buscadas en la librería sino rescatadas año escolar anterior.

Las ventas han disminuido en un 60% y esperan que se reactiven en fechas cercanas al inicio de clases.

Los cuadernos, que deben llevar los representantes de manera obligada, oscilan entre los 380 y 600 bolívares mientras que las libretas desde 1040 bolívares y las de seis materias rondan los 3.300 bolívares. Un sacapunta sin depósito se consigue desde 700 bolívares.

“Esto es para locos. Yo tuve que pedir un préstamo en la empresa para poder completar el monto que nos dan por útiles escolares. Los uniformes y los zapatos están caros y no son de buena calidad entonces hay que hacer un esfuerzo triple para comprar los carísimos para que les alcance para el año escolar completo”, aseguró Isis Cedeño en medio de la mortificación porque tiene dos escolares.

La interrogante planteada por Cedeño ronda en la cabeza de los venezolanos ¿Cómo solventa una familia de escasos recursos para costear los gastos derivados de la educación que aunque pública y gratuita, desangra el presupuesto familiar?