El pasado mes de abril me marché a mi querida China. Por allí todo sigue igual: crecemos a lo ancho y a lo alto, las infraestructuras son cada vez más del siglo ‘TREINTA’, somos capaces de construir un SIPER PAÍS, saliendo de nuestros campos y creando casi una ciudad por día.

Mi llegada a Venezuela me deja sorprendido. Encuentro una situación política muy envenenada, una Oposición perdida, un Gobierno que resuella, y una calle que clama. Y sigo sin entenderlo. Conozco casi todos los países del mundo, y Venezuela, nuestra Venezuela, es la más bonita, rica, y debería ser próspera de la Tierra. Mi mensaje es ¡ADELANTE! Tenemos que luchar para colocarnos en el lugar que nos corresponde, dentro de la política internacional. Cuidar PDVSA, y con las joyas de la corona, hacerlas rentables y claras para que sus beneficios lleguen a todos. Estas políticas en China están dando resultados que nos colocan como el PRIMER PAÍS DEL MUNDO. ¿Por qué no aquí?

Con mi regreso al eje Venezuela-España, y a través de nuestro CORREO DEL ORINOCO, intentaré abstraerme de la política y sus daños, que cada vez son menos colaterales, y centrarme en ayudar a entender, que para construir un país hace falta una dirección clara, unos objetivos concretos, y que todos, sin exclusión se ilusionen y participen en un proyecto que nos coloque a la cabeza del Mundo.

Os espero, y deseo lo mejor.
Con mis bendiciones.

Zhi-Hua Zhu
Editor