cortes de luz programadosCortes de luz programados impuestos, teniendo como excusa el fenómeno de El Niño, dictan toque de queda a partir de las 7:00 pm en centros comerciales.

Los hábitos y costumbres del venezolano han dado un giro de 180 grados en los últimos años, tanto que para algunos resulta difícil creer que se trate de la misma Venezuela. Alejandra Chacón es estudiante de Contaduría en la Universidad de Oriente y según relata, su horario de clases le impide salir antes de las 6:00 pm para acudir a los establecimientos comerciales y adquirir materiales de estudio, así como otros productos de consumo diario, lo que se ha vuelto cuesta arriba por racionamiento eléctrico y los cortes de luz programados.

“Es imposible con los cortes de luz programados poder acceder a negocios como farmacias o automercados ubicados en centros comerciales, porque a partir de las 7:00 pm ya se encuentran cerrados, prácticamente nos han impuesto un toque de queda”.

También comienza a ser común observar las largas colas para comprar pan o cualquier otro producto similar, mientras las carnicerías a duras penas exhiben algunos cortes de carne de res y de cerdo. Las colas ya no son sólo para adquirir productos cuyos precios están regulados.

Una película de horror a poca luz

Un testimonio similar ofrece Virginia Ascanio, quien al salir de su trabajo quiso retirar dinero de un cajero automático, y aunque recorrió tres centros comerciales, en ninguno pudo hacer la operación porque ya estaban cerrados, “retirar dinero de los cajeros ubicados en las agencias bancarias es un riesgo porque los cortes de luz programados son aliados de la delincuencia desatada en el país”.cortes de luz programados

Ascanio añade que prefiere realizar las transacciones desde cajeros automáticos ubicados en centros comerciales, pero ello sólo puede ser posible antes de las 7 de la noche.

“Ya nadie quiere salir después de las 7:00 pm porque si no nos agarra un racionamiento, están cerrados los centros comerciales y quedamos atrapados en el miedo, tal parece que los venezolanos estuviéramos viviendo una película de terror al mejor estilo del director español Luis Buñuel”.

Luis Hernández, Gerente del supermercado L´Marché, afirma que las ventas han disminuido a raíz de los cortes eléctricos, llamados eufemísticamente por el gobierno, programa de administración de carga. Señala que a este problema se suma el de la escasez, lo cual mantiene en vilo a los comerciantes.

El establecimiento en referencia se ha visto forzado a reducir el tamaño de los anaqueles porque no cuenta con productos suficientes para llenarlos, de ahí que la mayoría de los estantes sólo exhiben chucherías, refrescos, productos de limpieza de marcas no convencionales y jugos pasteurizados, mientras los alimentos brillan por su ausencia.