Venezolanos sortean la crisis. «Aquí no hay quien viva» asegura cabizbaja Emilia León al salir de la sexta farmacia en busca de anticonvulsivos.

Un periplo de medio día tuvo que realizar Emilia León para buscar el anticonvulsivo indicado para su padre, quien sufrió un Accidente Cerebro Vascular hace dos años y asegura que cuando no lo toma, le dan ataques muy fuertes. «Ahorita tiene la lengua rota, casi se la mutila en medio de una crisis, aquí no hay quien viva «, esto es horrible, comenta.

La situación por la que atraviesa Emilia es la misma que viven millones de venezolanos ante el desabastecimiento de medicinas que existe en el país, consecuencia de la falta de producción y  el cese de importaciones.

«De cada 10 personas que vienen a preguntar por un medicamento, sólo dos reciben un sí por respuesta y es muy duro ver la cara de la gente, algunos hasta hemos tenido que sentarlos y darles agua para que se calmen porque rompen a llorar», comenta la farmacéutica de un conocido local de Barcelona que prefirió no identificarse por miedo a represalias».

La población desespera

El caso de Andreína Guanipa es por demás lamentable, refiere que su padre padece Párkinson y desde hace casi un mes inició un peregrinar en busca de los medicamentos que debe tomar: Palmitar de 1 mg y Sinemet, pero en ninguna parte los tienen.

«Mi papá es un hombre activo a pesar de su condición, pero ahorita está en cama, prácticamente postrado, lo que estamos viviendo es una crisis desesperante».

Hasta ahora el Gobierno se ha quedado sólo en anuncios en lo que respecta a la solución del  problema, pues ninguno de los sistemas de distribución planteados funciona, porque la crisis es por desabastecimiento.

«No se puede distribuir lo que no existe», afirma el ex-presidente del Colegio de Médicos de Anzoátegui, Alfredo Lander, quien no duda al calificar como un salto atrás la situación del sector salud, el cual tendría que ser prioritario.

El presidente de la República se engaña al referir que FarmaPatria (red compuesta por 67 farmacias) es suficiente para paliar el déficit de medicinas actual, causa de muerte para muchos venezolanos.

El Gobierno intenta convencer a la población de que esta red de farmacias está siendo surtida por los sistemas de almacenamiento y distribución instalados en alianza con China, pero se trata de otra mentira más, porque medicinas no hay.