PolicìaS

Durante el fin de semana se reportaron ataques en las policías de Villa de Cura, Cagua, Maracay y Santa Rita. Ningún funcionario ha dado información oficial sobre estos casos.

En las últimas 24 horas seis sedes de policías del estado han sido atacadas con granadas arrojadas por hombres aún no identificados sin que hasta ahora se haya dado pronunciamiento oficial por parte del gobernador de Aragua Tareck el Aissami quien se encontraba en el estado Nueva Esparta en la Cumbre de Países No Alineados.

Trascendió que el sábado en la noche la sede de la policía ubicada en el sector La Segundera, de la población de Cagua, y otra en Río Blanco 1 de Maracay fueron puntos de ataque con granadas.

Desde el viernes después de las 10:00 pm se reportaban ataques en comisarías de Villa de Cura, Cagua, Maracay y Santa Rita.
Sobre estos hechos tampoco ha habido pronunciamiento de la Secretaría Regional de Seguridad, ni del comisario general de Poliaragua así como tampoco acciones de control. Los funcionarios del cuerpo policial han manifestado que se sienten indefensos y hasta ahora lo único que han podido hacer es estar prevenidos ante nuevos ataques.

Un niño herido durante ataque

De forma extraoficial se conoció que en las explosiones cuatro personas han resultado lesionadas, tres de ellas funcionarios policiales que estaban de guardia –dos en Villa de Cura y otro en el sector Francisco de Miranda– y un niño de 1 año de edad que reside, junto a su mamá, cerca de la comisaría El Museo, de la población de Santa Rita. El infante está en el Hospital Central de Maracay con múltiples hematomas y heridas en la cabeza, su pronóstico es reservado.

Algunos testigos de la detonación en la comisaría de La Segundera dijeron haber visto a tres hombres pasar caminando frente a esta sede y haber arrojado un objeto; a los pocos minutos escucharon la detonación. Estas personas se habrían metido por una vereda de la comunidad y por el otro extremo los estaban esperando otras personas en un vehículo.

Tampoco se ha podido establecer la magnitud y costo de los daños causados a las sedes de las policías resultaron con daños materiales en la infraestructura.