canasta alimentaria

Canasta alimentaria del mes de julio de 2016 tuvo un costo de Bs. 228.043,96 presentando una variación intermensual de más de 43 mil bolívares.

La canasta alimentaria de los trabajadores subió el mes pasado a 228.043,96 bolívares, un alza de 23,9% o 43.971,57 bolívares, si se compara con junio, y un incremento de 704 % o de 199.680,74 bolívares, con relación a julio de 2015, según el registro del Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores.

El reporte del Cenda, sustentado en la recolección directa de la información en supermercados y mercados municipales del área metropolitana de Caracas, señala que el poder adquisitivo del salario mínimo vigente en julio (15.051,15 bolívares) solo cubría 6,6% de la canasta alimentaria, una cifra sin precedente en el registro histórico del centro.

Añade que un hogar con 2 salarios mínimo más ticket de alimentación (18.585 bolívares en vigor hasta julio) tenía un ingreso de 67.272,30 bolívares, con lo que apenas podía comprar un mercado para 9 días.

Indica que el alza en la cesta de alimentos se debió al incremento de precio de los once rubros que la forman. Los granos subieron 234,5%, bebidas no alcohólicas 44,8%, productos alimenticios (mayonesa, salsa de tomate y vinagre) 32,2%, verduras 29,1%, pescados 24,7%, grasas y aceites 22,0%, cereales y productos derivados 19,6%, azúcar y similares 15,7%, leche, quesos y huevos 13,4%, carnes y sus preparados 3,5% y frutas y hortalizas 2,9%.

El Cenda apunta que el mes pasado también cayeron algunos precios: la carne de res bajó 12% con respecto a junio, de 4.565 bolívares el kilo a 3.982 bolívares, promedio, en supermercados y en los mercados itinerantes, debido al declive del consumo. También bajaron los precios de algunas frutas como guayaba, patilla y limón.

Alimentos que no se consiguen

El reporte del Cenda agrega que durante la recolección de la información, 22 de los 60 productos que integran la canasta alimentaria no se consiguen con regularidad en los establecimientos. Refiere que falta el pollo entero, la carne de res (bistec, molida y para sopa), hígado de res, café, leche en polvo, pasta regulada y no regulada, arroz regulado y no regulado, harina de maíz, granos (lentejas, caraotas, arvejas), aceite, azúcar, harina de trigo, queso blanco duro (del más económico); queso amarillo (del más económico); margarina, mayonesa y pan (regulado).

Asegura que a diferencia de junio, en el mes pasado sí se pudo conseguir en el recorrido por comercios públicos y privados, y mercados itinerantes, avena (de una sola marca) y salsa de tomate.

En las visitas realizadas en específico a las redes de distribución del gobierno (Mercal y Pdval) se encontraron 8 de los 60 productos que forman la canasta alimentaria: arroz, harina de maíz blanco, pastas, leche en polvo completa, aceite (soya y girasol), untable de margarina, azúcar y caraotas negras, dice el reporte. Sin embargo, señala que esos 8 productos se encontraron durante varios recorridos en el mes no en un mismo día.

El Cenda recuerda que los productos regulados en las redes gubernamentales se venden en cantidades limitadas por persona, en promedio un consumidor logra comprar tres productos.

Panaderos se reúnen

El sector panadero se reunió este jueves luego de las advertencias de multar los establecimientos si mantienen colas por la venta de pan, hechas por el superintendente nacional de precios justos, William Contreras. El objetivo era encontrar una forma en la que el Ejecutivo pudiese agilizar la importación de materia prima.

“Las importaciones de trigo dependen del gobierno. No tenemos la solución”, dijo Juan Crespo, presidente de Fetraharina.
Afirmó que las panaderías no son culpables de las colas y, por tanto, no están en capacidad de acabar con ellas: “Lo que pide el gobierno no va a pasar porque no hay materia prima”.

Para satisfacer la demanda nacional aseguró que son necesarias 120 mil toneladas de trigo mensuales. Sin embargo, la importación mensual asciende a 30 mil toneladas, lo suficiente para una semana. “Se nota que en el gobierno están improvisando”, aseveró.

Más que las multas, le inquieta el aumento del salario mínimo y del bono de alimentación. “Afrontamos una situación complicada… Es un gasto no contemplado”, expresó.