El precio de los frutos secos en Venezuela ha aumentado casi 300% en el 2015.

Para comprar un kilo de pistacho, en Venezuela se necesitan 12 mil bolívares, una suma que supera el salario mínimo mensual en el país, que actualmente se ubica en Bs. 9.600. Aunque no se trata de alimentos de primera necesidad, es otra de las restricciones a las que se enfrentan los venezolanos por los altos índices de inflación que han traído como consecuencia una pérdida considerable en el poder adquisitivo.

Los altos precios no corresponden únicamente a los frutos importados como la nuez, almendra y pistacho; incluso el merey, que se produce en el país, también ha aumentado hasta llegar a 7.000 bolívares el kilo.

Un kiosco en el Centro Comercial San Ignacio vende almendras en 6.000 bolívares el kilo y las nueces en Bs. 7.400. Aunque siempre han vendido mínimo 100 grs. de cada fruto seco, ante las reacciones de los compradores con los precios, decidieron vender 50 grs. por persona.

«Ahorita la gente compra poco. Quienes tienen la cultura y la costumbre de comer estas cosas, pues hacen el esfuerzo, pero cuesta», afirma el vendedor.

Una señora consultada por El Correo del Orinoco señaló que en el último año sus hábitos alimenticios han cambiado considerablemente debido a la crisis económica.

«Yo compraba medio kilo de almendras al mes y gastaba 1.000 bolívares cuando mucho; ahora dejé de comprarlas. Las comía de merienda, pero es que ¿quién se va a gastar ese dineral en solo frutos secos?».