contaminacionCiudadanos se quejan del mal olor, proliferación de insectos y roedores, y contaminación por la falta de recolección de basura.

«Yo pago a un camión privado para que recoja la basura por mi casa, porque a veces pasa más de una semana allí y el aseo brilla por su ausencia».

Magaly Viera, habitante del sector La Churuata en Puerto Ordaz, cuenta que pese a las reiteradas promesas por parte de la alcaldía de la ciudad por regular y garantizar un eficiente servicio, no han dado sus frutos.

En las adyacencias del Centro Comercial Venezuela, en el sector de Villa Colombia en Puerto Ordaz, usuarios y adjudicatarios se quejan de la fetidez que produce el vertedero aledaño, cuyos desechos son olvidados, llegando a pasar hasta un mes para que la corporación de Servicios Patrióticos, ente encargado de la recolección de basura, cumpla con su deber.

«Aquí tuvimos que hacer un convenio entre todos, para pagar el servicio… a veces no se puede ni respirar del mal olor que se mete hasta los locales», comenta una vendedora que prefirió no identificarse.

Las quejas de los usuarios se extienden hasta manifestar su preocupación por la salubridad del lugar, en vista que el basurero está muy próximo a un colegio de educación primaria y la popular Feria de Hortalizas de Villa Colombia.

En San Félix el caso es similar o más grave. El mercado popular de este sector tiene uno de los vertederos con mayores focos de contaminación, y a escasos metros una escuela. La basura se apodera de la zona y la contaminación generada, produce gusanos e irrumpen en la institución, mientras que ni los vendedores del mercado soportan la hediondez que destila el basurero, menos cuando la queman para tratar de eliminar los desperdicios que no son recogidos con regularidad.contaminacion

«Entendemos que nosotros generamos basura, pero no tenemos dónde echarla, nosotros tampoco aguantamos el mal olor», dice José García, vendedor de pescado.

«Mi hijo casi no ve clases, los sacan antes de la hora de salida porque el olor es insoportable, los gusanos se meten en los salones, los niños se enferman… la escuela ha llevado cartas a todas partes… hace unos meses vinieron la gente del Ministerio de Educación y la alcaldía, pero ya se volvieron a olvidar de nosotros», lamentó una representante.

Actualmente la alcaldía y la Corporación Venezolana de Guayana están aliadas en un intento por rescatar la limpieza en la ciudad. Sin embargo, la ciudadanía no olvida que de 50 compactadoras destinadas para el aseo urbano, solo están disponibles ocho.