narcosobrinosEl fiscal que lleva el caso de los narcosobrinos se negó a que sean eliminadas las declaraciones posteriores al arresto alegando que fueron voluntarias.

 En un documento contentivo de 22 folios el gobierno de Estados Unidos manifestó su rechazo rotundo a la supresión de evidencia solicitada por los narcosobrinos de Cilia Flores, Efraín Antonio Campos Flores y Fraqui Francisco Flores de Freitas.

La información fue dada a conocer por la periodista Maibort Petit, quien publicó en su blog, que EE.UU. además se negó a aceptar el argumento de los abogados, según el cual, los informantes de la DEA expoliaron las pruebas que supuestamente beneficiaban a los narcosobrinos.



Petit describe que el documento del gobierno estadounidense informa al juez Paul Crotty su negativa de que sean eliminadas las declaraciones posteriores al arresto y de la Supresión de Pruebas sobre la base del Expolio.

Nueve testigos en la acusación

De igual manera se pudo conocer que el escrito sobre los narcosobrinos señala que durante la audencia celebrada el 8 y 9 de septiembre, el gobierno llamó a nueve testigos y la defensa ninguno.
Trascendió que las declaraciones de los acusados (dos de Campo y una Flores) no fueron recibidos como evidencia en la audiencia y, en cualquier caso, tienen poco, o ningún, peso en relación con el testimonio vivo de los testigos del Gobierno.
El fiscal Preet Bharara señala también en el informe que no existe ninguna base para que la Corte encuentre que el Gobierno estadounidense destruyó prueba alguna, ni mucho menos que las pruebas de descargo fueron destruidas o que el gobierno actuó de mala fe.

Narcosobrinos declararon de forma voluntaria

El escrito afirma además que en la audiencia se demostró que las declaraciones posteriores a la detención de los acusados se hizo de forma voluntaria, después de las renuncias de los derechos y no hubo retraso en la presentación de los acusados ante un juez.
El fiscal Bharara agrega que los agentes de la DEA no llevaron a cabo de manera deliberada los interrogatorios, tal cual lo plantea la defensa de los narcosobrinos.