medicamentos hospital tachiraEl desabastecimiento de medicamentos generó violencia en un Hospital del Táchira donde una enfermera fue agredida por no suministrar una medicina, que no existe, a un paciente.

Casi a diario, a lo largo y ancho de Venezuela, se generan situaciones de violencia contra médicos y profesionales de la enfermería en centros de salud públicos, y el Táchira no es la excepción. En el Ambulatorio de Puente Real de la capital de esa región, una enfermera fue salvajemente golpeada por la madre de una niña que exigía le suministraran medicamentos que no tienen en el centro de salud, pues desde desde hace años no llega.

El personal que la labora en el hospital público salió este lunes a protestar, dijeron que están cansados de episodios violentos contra médicos, enfermeras y obreros del centro de salud: “la gente se molesta porque no tenemos cómo atenderla, nosotros hacemos lo que podemos, pero la medicina la deben traer porque no dotan desde hace tiempo con medicamentos el ambulatorio, es muy poco lo que traen, por no decir que nada.»

«Y como el gobierno vive diciendo que no hay problemas de dotación, que todo está bien y normal la gente les creen y pagan con nosotros”, dijo la enfermera Isolina Medina, quien asumió la vocería.

La protesta se hizo con el fin de pedir seguridad policial permanente en el centro de salud y dotación de insumos y medicamentos para este hospital, que está ubicado en una barriada de San Cristóbal y que en un tiempo atendía cientos de pacientes todo los días en consultas, emergencias diversas y se hacían cirugías de mediana complicación, lo que servía para dar atención oportuna e inmediata a la población de la zona y descongestionar en el Hospital Central de la ciudad.medicamentos hospital tachira

Este centro de salud tiene 40 años de funcionamiento y se creó como parte de la red médica asistencial pública que se diseñó en Venezuela, que funcionaba con eficiencia pero se deterioró hace algunos años, agudizándose la crisis en estos momentos. El deterioro ha ido en progreso, hasta el punto de no tener ni un policía para el resguardo y menos medicamentos, tampoco hay implementos de limpieza, “muchas veces ni un calmante”, comentó la enfermera Medina.