Hambre en VenezuelaEl hambre en Venezuela se combate bajo sol, lluvia y enfrentando policías que se llevan por bultos el alimento del pueblo.

El hambre en Venezuela se combate bajo sol y lluvia, con intensos calorones o aguaceros, pero a eso se le suma una serie de humillaciones y es que meterle “algo” al estómago en estos tiempos se convirtió en una tarea titánica.

Los habitantes del sector Santa Eduviges, en el barrio La Pedrera, al norte de Maracay; son parte de esa población que pasa hambre en Venezuela, a la que también se desangra con modalidades de ventas puestas en práctica por muchos comerciantes que se aprovechan de la circunstancia. A eso se le suma el cansancio de ver cómo se “acaban” los productos regulados y de pronto funcionarios policiales salen con bultos de los alimentos.

Marielys Robles, habitante de esta zona, denunció que en la localidad se registran una serie de irregularidades para poder adquirir el pan nuestro de cada día. Explicó que si se ponen a esperar por las bolsas de comida, pues  en definitiva desaparecerá esa población, por lo tanto no les queda más remedio que esperar a que se concrete la llegada de los productos de primera necesidad a la charcutería o el abasto, cuyos propietarios son de origen asiático.

Lo peor del caso, según Robles, es que ahora les condicionan la venta de los alimentos: “Con el cuento de que son productos Polar, ellos mismos la colocan el precio y comienzan a armar combos con latas de atún u otros artículos que tienen menor salida por sus altos precios. Por supuesto que la gente tiene los reales contados y muchos no pueden comprar, fuimos varios los perjudicados por no contar con el dinero. Eso es un condicionante y nadie le pone freno porque si es por la policía, ellos están solamente para cuidar el negocio y esperar el final de la jornada para que les regalen los productos hasta por bultos cuando al pueblo le dice que ya todo se agotó”, denunció Marielys Robles.

Las búsquedas de solución son infructuosas. Robles aseguró que han establecido contacto con la Sundde, pero hasta ahora no reciben respuesta alguna y deben seguir recibiendo humillaciones día a día.