tinteYa no se consiguen en Venezuela muchas marcas de productos, no llegan porque son importadas ¡En este país hasta la vanidad cambió a la fuerza!

 

La crisis económica lo cambió todo en Venezuela con los índices de inflación más altos del mundo desde hace tres años. Era el país de la belleza en el mundo y de la vanidad, pero ahora sólo conseguir un jabón para asearse puede significar un sacrificio enorme. Los tintes de cabello cuestan cinco veces más, hoy, que al cierre del año 2015.

Venezuela ocupaba para el año 2014 el tercer lugar con mayor consumo de productos de belleza de Latinoamérica, superado por Chile y Brasil e incluso por encima de Argentina. Era una inversión obligatoria para las mujeres y hombres venezolanos productos de cuidado personal que para la mayoría quedaron en el recuerdo y el lamento.

 

Pequeños negocios sufren más

En una reconocida cadena de productos de belleza del fronterizo estado Táchira Lisandra Ramírez narra que en el año 2016, en relación al cierre del 2015 los precios de los productos de peluquería se elevaron desproporcionadamente y las marcas importadas no llegaron más, sobre todo las europeas de alto consumo venezolano, el tema de los dólares negó esa posibilidad.

“Los proveedores no trabajan a crédito, hay que cancelar antes de que llegue el pedido o en su defecto pagar al momento de recibir la mercancía. Pero una tienda como esta lo puede manejar, difícil para quienes están empezando o son negocios pequeños que no tienen la opción del financiamiento”.

Compran menos cantidad los consumidores, porque el dinero no les alcanza y se nota el sacrificio que hace la gente por llevar hasta una pintura de uñas, dijo Ramírez, porque cuesta unos mil Bolívares y hace poco tiempo no llegaba a 200 bolívares.

 

Mercado negro también en belleza

“Ha dejado de llegar la mayoría de productos importados que se usaban mucho en este país por peluqueros y por la gente común. Lo que se reguló menos llega”, cuenta Wili Vargas quien es propietario de una tienda de productos de belleza ubicada en el centro de la ciudad de San Cristóbal, capital del Táchira.

Ofrecer la mercancía a su clientela pasa por “hacer milagros” pues dice que tienen que buscar en el mercado negro y comprar más caro todo para poder tener mediano surtido.

“Por ejemplo el tinte estaba, dependiendo de la marca, entre 200 a 300 bolívares y   en este momento de acuerdo a Vargas   la marca más económica se vende al público en mil 100 bolívares. Aumentó hasta cinco veces más de lo que costaba el año pasado”.

Ya los peluqueros y estilistas que adquirían los productos al mayor dejaron de hacerlo, “acuden al local consumidores al detal que llevan un tinte, un champú o una pintura de uñas”.

La gelatina de cabello de marcas de alto consumo también las borraron de los anaqueles las sustituyeron por otras de muy mala calidad, dice el comerciante.

Peluquerías vacías

En todos los barrios de Venezuela pueden faltar farmacias y hasta supermercados, pero una o varias peluquerías siempre existen, sin embargo estas también han descendido en su movimiento de clientes.

Olga Tarazona tiene años ejerciendo la peluquería, dice que tienen clientela fija y esa es la razón por la que puede seguir generando recursos con su trabajo, pero reconoce que la población tachirenses disminuyó sus visitas a la peluquería.

“Antes uno compraba los tintes, el champú las cremas del cabello de todo tipo y le ofrecía el servicio de lavado, pintado, corte y secado al cliente, ahora no es así debemos decir que traigan todo lo que necesitarán”, refiere la peluquera.