Más de un venezolano está en las latas con la crisis económica. Algunos han dejado su trabajo para buscar mejores ganancias.

En vendedores informales se convirtieron algunos venezolanos para paliar la crisis económica que atraviesa el país. Las carencias los obligó a dejar sus trabajos formales para dedicarse a actividades que le generen mayores ganancias y así poder mantener a sus familiares.

«De algo tenía que vivir porque esto ya no se aguanta»

Entre esos tantos afectados por la crisis económica se encuentra Daisy Cáceres, una habitante de Maracaibo, quien trabajaba como cajera en un establecimiento comercial, y de la noche a la mañana renunció para dedicarse a la venta de calle. Ella lleva seis meses en ese negocio y asevera que le va mucho mejor que en su anterior trabajo.

“Me pagaban sueldo mínimo y con eso nadie vive, menos ahorita con esta crisis económica…, la liquidación la invertí en refrescos y panes de leche…, hay días en los que ganó hasta 2 mil bolívares y lo hago desde mi casa, la ventaja es que tengo más tiempo y puedo cuidar de mis hijos pequeños porque en la guardería me cobraban duro”, manifiesta Cáceres.

“Uno corre o se encarama”

Por otro lado, está Leonel Reyes, otro habitante de Maracaibo quién se desempeñaba en el área de limpieza de un centro comercial, a él y al igual que a muchos, el sueldo mínimo tampoco le bastó y se dedicó a trasladarse por el norte de la ciudad vendiendo chicha.

“Ya tengo mi punto fijo, en las mañanas me voy a las paradas porque siempre están full de gente y se vende bastante…, para esto lo que hay que hacer es madrugar, con lo que vendo me alcanza para pagar los materiales diarios y para llevar la papa para la casa”, dice Reyes.

Reyes lamenta los estragos que ha generado la crisis económica y asegura que ante la actual situación sólo hay que tener valentía para asumir retos: “Hay gente que gana mal, no les alcanza, pero hay que atreverse porque si no cómo resuelve uno, ya estoy pensando en comprar otro carro de chicha para alquilarlo”, sentencia Reyes.