En menos de una semana más de 20 panaderías de la zona norte del municipio Libertador han sido obligadas a vender pan solo a las personas inscritas en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), todo esto por orden de Carolina Cestari, Jefa de Gobierno del Distrito Capital, siendo estas ejecutadas por los Consejo Comunales y funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde). Vecinos calificaron esta medida de fascista y que traerá como consecuencia solo más hambre y bachaqueo de este alimento de primera necesidad.

Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, explicó que integrantes de colectivos violentos, que controlan varios consejos comunales, están hostigando a dueños de panaderías para que vendan solo pan a los inscritos en el Clap, violando con esto el derecho a la alimentación del pueblo. “Carolina Cestari con esta orden están ejecutando un delito de lesa humanidad al aplicar una discriminación política extrema a la venta de comida, teniendo como objetivo matar a los caraqueños de hambre, arrebatándonos hasta el pan de cada día. Los principales bachaqueadores son los dirigentes del CLAP”, dijo.

Rojas relató que por ejemplo en Candelaria panaderías como El Faro, Jhoandryx y El Palacio Deli están exigiendo anotarse en unas listas de la comuna y que serán los miembros de esta quienes distribuirán los panes en la comunidad, recordando que con los Clap ya hay prueba de corrupción con la reventa de los productos y la estimulación del bachaqueo. “Los mismos colectivos que nos amenazan en las colas y hasta golpean a los vecinos serán lo que controlen la venta de pan por orden del Gobierno del Distrito Capital, lo que veremos ahora es que estos sujetos comerciaran con el hambre el pueblo y solo entregarán pan a quien calle su voz contra el Gobierno de Nicolás Maduro”.

El integrante de la Asamblea de Ciudadanos de Candelaria exigió a la Defensoría del Pueblo no callar ante esta violación a los derechos humanos, ya que para muchos venezolanos el quitarle el pan significa quedarse sin desayunar y cenar. “Esta es una conducta claramente fascista en contra el ciudadano, Nicolás Maduro busca oprimir de diferentes formas y esta es una de ellas. Pero el resultado será que las protestas por hambre aumenten y el desenlace sea un estallido social de un pueblo enardecido contra el Gobierno ineficiente y corrupto” afirmó.

Hizo un llamado a levantar la voz contra esta orden facha y convertir las colas del pan en escenario de protesta contra el régimen de Nicolás Maduro, destacando que tanto el panadero como el cliente son afectados por la medida. “Si no protestamos el desenlace será que nos quedaremos sin pan y las panaderías terminaran quebrada, la revolución ciudadana es la única vía que nos queda para revertir esta idea descabellada”.

 

A los vecinos de Catia también les quieren quintar el pan

Josman Guevara, dirigente social de Catia, señaló las panaderías de la zona son obligadas por colectivos a realizar este tipos de medidas sin sentido alguno, las cuales solo acrecientan la corrupción y desfavorece al ciudadano de a pie, mientras que solo unos cuantos se ven favorecidos. “Poniendo un vivido ejemplo de la descomposición que reina en las calles de Catia por parte de los famosos CLAP, tenemos que un kilo de arroz proveniente de las cajas de comida mexicanas cuesta 7 mil en los economía informal, algo también está ocurriendo con el bachaqueo del pan en el bulevar de nuestra parroquia bajo la mirada complaciente del Sundde y de los cuerpos de seguridad del Estado”, indicó.