Pranes de Ciudad Bolívar operan sin control por el oroLas bandas de pranes de Ciudad Bolívar que operan al sur de esa región se mueven por todo el estado sin ningún tipo de control.

A propósito de cumplirse un año de la masacre de Tumeremo, cuando el 4 de marzo de 2016 desaparecieron al menos 17 mineros, quienes fueron asesinados por la banda de Jamiltón Ulloa Suárez, alias ‘El Topo’, la Fiscalía alegó que se trató de causa «fatua e innobles», pero la realidad contada a vox populi es la guerra entre bandas mineras por el oro de las minas al sur de Bolívar, llegando al punto de que los pranes de Ciudad Bolívar ya no operan solo en esas zonas, pues sus crímenes han llegado directamente a todo el estado.

La banda de uno de los pranes de Ciudad Bolivar más peligrosos del estado Bolívar, apodado ‘Capitán’, lidera en Tumeremo aunque sus operaciones son directamente desde Puerto Ordaz.

«Lo que pasó en la discoteca Sky fue porque alguien dio el pitazo de que la gente del ‘Anderson’ (enemigo de ‘Capitán’) estaban en Puerto Ordaz. Tantos lugares para rumbear y se vinieron a meter donde opera ‘Capitán'», dijo una allegada a la familia de una de las víctimas del tiroteo en la discoteca de Puerto Ordaz.

Lo mismo sucedía con el autor, al menos intelectual, de la masacre de Tumeremo. «El Topo» operaba en las minas de Tumeremo, municipio Sifontes de Bolívar, pero tenía propiedades en Puerto Ordaz, específicamente dos viviendas: una para su esposa y otra para su amante; una en el sector de Villa Betania y otra en Terrazas del Atlántico.

Pranes consentidos por el Gobierno

Todavía nadie se explica cómo a Wilmer Brizuela, alias «Wilmito», uno de los más fuertes pranes de Ciudad Bolívar, le fue concedido un beneficio especial de libertad que solo se da a quienes tiene pena de menos de cinco años, cuando la suya acumulaba más de 23 años.

Lo cierto es que gozaba de libertad y fue tiroteado junto a su familia, aunque permanece estable. Su atentado no es casualidad, es producto de los enfrentamientos entre bandas que se han desatado en el estado.

Ahora en Ciudad Bolívar, en la Clínica Las Nieves, según reveló anónimamente personal del centro de salud, el pran «Boliqueso» se apoderó de dicho lugar porque es allí donde recibe su tratamiento para la diabetes.

Para algunos puede generar temor su presencia, pero no es del todo así. Algunos hasta sienten empatía porque desde entonces terminaron los constantes atracos a la clínica, además de los beneficios de los que pueden gozar el personal por la «generosidad» de «Boliqueso».

El diputado Américo De Grazia y el dirigente de La Causa R, Andrés Velásquez, respectivamente, coinciden en acusar al gobernador Francisco Rangel Gómez de no solo estar al tanto de lo que ocurre sino de ser cómplice y estar presuntamente vinculado a las bandas de estos pranes de Ciudad Bolívar.

Guerra por el oro

Un informe del comisario del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), José Lezama Gómez, hace constar la vinculación del Gobierno con las bandas armadas que están detrás de la guerra por el oro.

Allí, el comisario advertía al entonces ministro de Interior y Justicia, Gustavo González López, sobre el caso, mucho antes de producirse la masacre de Tumeremo. Concluía que el estado Bolívar se había convertido en un territorio políticamente vulnerable por la corrupción existente «derivado de la gestión de Francisco Rangel Gómez, quien mantiene sometida todas las instituciones del estado Bolívar, incluyendo al Sebin».

Asimismo, lo acusó de ejercer dominio sobre la delincuencia organizada «con quien controla a los funcionarios policiales y la población civil mediante el miedo».

¿Qué harán las autoridades? Hasta ahora nada, pero lo que preocupa en la población es que caigan inocentes.

«Estamos como en Colombia o esos países en guerra donde es normal un carro bomba. Ahora estás en una discoteca y en cualquier momento se puede desatar un tiroteo, no por borrachos, sino porque llegan los pranes a matarse entre ellos», opinó Julio Velásquez, habitante de Ciudad Guayana.