supermercado

Un supermercado de la red de Abastos Día Día cerró sus puertas en horas de la tarde para evitar hechos de violencia cuando se terminaron los productos regulados.

Las colas de ciudadanos a las afueras de los supermercados en Caracas para adquirir alimentos han generado en ocasiones situaciones violentas que, en algunos casos, terminan en la llegada de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para intentar ejercer control. Ante esto, algunos establecimientos intentan tomar previsiones cerrando sus puertas.

Así ocurrió este jueves en el supermercado Día Día, ubicado en la avenida Andrés Bello de Caracas. Cuando se terminaron los productos regulados decidieron bajar la santamaría, pues los ánimos de las personas que esperaban bajo el sol para comprar comenzaron a alterarse.

Los militares de la GNB a las afueras del supermercado intentaron controlar la situación organizando nuevamente la cola de quienes esperaban con la promesa de que dentro del establecimiento aún quedaban productos.

Esto no pudo ser comprobado por el equipo de elcorreodelorinoco.com que fue amenazado por los uniformados, quienes dijeron al periodista: «si te sigo viendo tomando fotos, te quito el teléfono y te borro todo».

Las personas en el lugar se quejaban de la presencia de los funcionarios que ya se ha hecho habitual en cada supermercado, farmacia o lugar donde se aglomera la gente para intentar adquirir productos escasos a precios regulados por el gobierno nacional.

«Esto no puede seguir así. Tenemos horas esperando y ahora van a decir que no hay nada. Lo que quieren es llevarse ellos la harina pan y el papel (de baño) para revenderlo», reclamó una señora haciendo referencia a la actuación de los funcionarios de la GNB.

Otros encuestados señalaron que no es común que el supermercado cierre antes de su hora, pero que en esta oportunidad la situación estuvo a punto de salirse de control. «Yo pensé que se iba a armar aquí porque cuando dijeron que quedaba poca comida la gente comenzó a colearse y todos nos molestamos. Ahí fue que cerraron».