El ejercicio Zamora 200 inició en  el Táchira con un discurso político del gobernador José Vielma ante una audiencia de militares activos

Un José Vielma uniformado dio inicio al ejercicio Zamora 200 en el estado Táchira, actividad militar que se prolongará durante tres días en la entidad como en el resto del país.

Correspondió al gobernador del Táchira, en un auditorio lleno de militares de alto rango, dar un discurso político para justificar la necesidad de los ejercicios castrenses y ratificar la doctrina de la alianza cívico militar.

Vielma, utilizando los conceptos básicos del discurso oficialista, señaló que estos ejercicios militares tendrán también la participación de funcionarios de su gobierno y civiles vinculados al partido de gobierno.

Indicó que el carácter de las maniobras de índole “antiimperialista” y que busca el fortalecimiento “del sistema defensivo territorial”, mediante la movilización de recursos y tropa pero también mediante la preparación del pueblo según ratificó.

Señalo Vielma Mora que este ejercicio Zamora 200 implica la activación de un comité regional, comités municipales y locales para ejercer, permanentemente, responsabilidades, desde el Táchira, en la defensa nacional.

Claps ideológicos

Uno de los aspectos más destacados del discurso político del uniformado gobernador Vielma Mora ante los militares del ejercicio Zamora 200 en el Táchira fue el que se refirió a las funciones de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAPS).

Como se sabe este es el mecanismo desarrollado por el gobierno nacional para la distribución de las bolsas de alimentos a la población y que ha sido fuertemente criticado por la oposición por ser excluyente y violador del derecho constitucional de la igualdad ante el Estado.

El gobernador del Táchira indicó que, desde su perspectiva, los CLAPS “no son solamente un mecanismo para recibir productos cada 15 días o cada mes”. Aseguró que los CLAPS deben ser un elemento de información para la estrategia del gobierno.

A juicio de voceros consultados el gobernador, además de de incurrir en un diversos delitos y prohibiciones expresas previstas en las leyes, demostró, de forma palpable, como los CLAPS se piensan, desde el gobierno, como un arma de control ideológico y formal de la población mediante la distribución de algo esencial como la alimentación.