temblor

El temblor que sacudió a Venezuela no afectó al turismo en Mérida pero sí lo está haciendo la decisión de las aerolíneas reducir drásticamente sus vuelos al principal destino turístico del país.

Un temblor sacude a Mérida. No es el físico sino la decisión de las aerolíneas del país de reducir apenas a un vuelo diario su frecuencia hacia la entidad por lo que ahora el turismo en Mérida se ve amenazado. Para el alcalde de Mérida, Carlos García, este es un serio atentado contra la actividad turística en plena temporada navideña. Es decir: más que un temblor esto es un terremoto.

Desde hace una semana Conviasa dejó de volar al aeropuerto de El Vigía y Laser redujo de tres vuelos a uno diario su frecuencia. Las empresas han señalado que la falta de dólares para repuestos y la devaluación del bolívar no se compensa con los precios actuales de los boletos.

La reducción de los vuelos comerciales en plena temporada vacacional de fin de año es una muy mala noticia para el sector turismo en Mérida especialmente cuando también se tiene cerrado a los vuelos comerciales el aeropuerto “Alberto Carnevalli” de la capital del estado. García solicitó a las empresas y al gobierno nacional, en nombre propio y de las diversas fuerzas vivas del estado, una reconsideración de la medida. “Tomando en cuenta que Mérida fundamenta su  economía en el turismo, en la academia y en un sector productivo que amerita del servicio aéreo para sus actividades”.

Temblor que quiebra

La medida tomó por sorpresa a toda la entidad pues luce increíble que el principal destino turístico del país conjuntamente con Margarita, se haya quedado prácticamente aislado del resto del país por vía aérea.

Es un temblor que quiebra la economía de la entidad.

El alcalde responsabilizó al gobierno nacional y sus erradas políticas económicas de la inédita situación que se vive, con lo que el estado Mérida en conjunto retrocedió más de 50 años en materia aeronáutica.

Una gran cantidad de turistas de todo el país se trasladan vía terrestre  hasta Mérida, pero un número importante de temporadistas lo hacen por vía aérea, sobre todo los extranjeros, por lo que el sistema teleférico más grande del mundo no contará con muchos visitantes de otros países en esta temporada decembrina.