trabajadora de corpoelecLa trabajadora de Corpoelec, Norma Torres, consignó ante la Defensoría del Pueblo en Caracas un documento dirigido a Tarek William Saab.

La secretaria de finanzas del sindicato del sector eléctrico en el estado Carabobo, Norma Torres informó que desde marzo de 2015 comenzaron a quitarle su salario, bonos y cestaticket, de manera parcial, pero desde agosto del año pasado lo hicieron de manera total. La trabajadora de Corpoelec consideró que se trata de una arremetida y persecución política por parte de los directivos de la estatal eléctrica, en su contra y de Luis Canelones, porque denunciaron hechos de corrupción, confrontando al patrono, asumiendo su investidura de líderes sindicales.

“Yo soy una trabajadora de base, desde hace 23 años estoy en la empresa y seguiré luchando por mis beneficios y los de todos los trabajadores”, señaló Torres.

La trabajadora de Corpoelec y dirigente sindical informó que se trasladaron hasta la sede de la Defensoría del Pueblo en Caracas, para entregar un documento exigiendo que sean revindicados sus derechos laborales y constitucionales, porque en Valencia ninguna de las autoridades les ha dado respuesta. Aseguró que espera que Tarek William Saab pueda resolver su caso, porque a su juicio no hay forma que se justifique un acto tan inhumano y cruel a una mujer trabajadora, que eliminarle el único sustento que tiene para su familia.

A la Defensoría del Pueblo también asistieron Marcela Máspero y un grupo de trabajadores miembros de la Unión Nacional de Trabajadores en su apoyo. Máspero señaló que hay un grupo de 100 trabajadores a quienes tampoco les han resuelto sus casos de despidos por denunciar hechos irregulares en la empresa eléctrica.

“Despiden y acosan a los empleados simplemente por expresarle a sus supervisores las fallas en estructura y mantenimiento en el sector eléctrico. La responsabilidad es del presidente de esta institución, Luis Motta Domínguez, quien no ha invertido lo suficiente para el funcionamiento correcto de Corpoelec”.

Norma Torres tiene 45 años y es madre de dos hijas estudiantes. Informó que en vista de la discriminación de la cual es víctima,  introdujo su caso ante el Organismo Internacional del Trabajo (OIT) y que seguirá evaluando otros mecanismos para hacer valer sus derechos.