Las manifestaciones de rechazo al régimen por funcionarios del Gobierno son parte de la esperada transición en Venezuela

El Director de Comunicación Ciudadana de la Asamblea Nacional de Venezuela, Cristofer Correia, asegura que la transición en Venezuela ya es un hecho, pues está convencido de que la dinámica de la no violencia es la vía para salir de la crisis en Venezuela.

«Estamos en el terreno de la transición a través de la lucha no violenta”

Aseguran que la transición en Venezuela ya está en marcha“El cambio viene por la moral. Los Guardias Nacionales son seres humanos, el régimen caerá cuando los represores y los pilares que los sustentan se quiebren por un tema moral. No habrá dinero ni leyes que lo impidan, caerá cuando la gente que ahora forma parte del aparato represor obre desde la integridad. Cuando esa gente diga basta ya. Están aumentando los costes de la represión. Los pilares de la dictadura deben sentir que están actuando mal» «, afirma Correia.

Explica y cita como ejemplo los pronunciamientos de «Residente» de Calle 13, del diputado del PSUV Eustoquio Contreras que se desmarcó del proceso Constituyente, de la propia Fiscal Luisa Ortega Díaz y la Fiscalía que desde 2016 no presenta acusación contra presos políticos y de la comunidad internacional, incluida Rusia, qua ya no apoya al Gobierno venezolano.

«Vamos por el camino correcto. Estamos socavando las bases»

Para Correia el hecho de que la gente esté en la calle a pesar de los más de 50 fallecidos, es otra señal de que los pilares que sostienen al régimen se están derrumbando y que el miedo uno de ellos, el cual considera que hasta ahora era sostén indispensable del régimen de Nicolás Maduro, pero que el miedo ya no es un impedimento para salir a marchar en Venezuela.

Precisa que otra característica que diferencia a ésta de otras movilizaciones es que no sólo mantiene a la gente en la calle desde hace 45 días, sino que los líderes también han salido.

Este joven militante del partido Voluntad Popular, liderado por el encarcelado dirigente Leopoldo López, entonó el mea culpa por no haber encontrado soluciones efectivas e inmediatas cuando la oposición ganó por mayoría la Asamblea Nacional en diciembre de 2016, pero reconoce que los diputados han estado apegados siempre a la legalidad.

Una Asamblea de manos atadas

Explica Correia que la Asamblea trabaja de 8:30 a 13:00 horas, la mitad del horario habitual, porque no cuenta con las condiciones mínimas para su funcionamiento.

“El problema de la Asamblea Nacional es que el Gobierno la tiene bloqueada y anulada, eso sí es un golpe continuado”

“Se dañó el aire acondicionado y no hay recursos para arreglarlo, el sistema informático está caído, no funciona Internet, no hay agua para beber y los diputados no cobran desde el pasado mes de junio”, denuncia Correia.

La Dirección de Comunicación Ciudadana de la Asamblea Nacional que él dirige, contaba en la legislatura anterior con 52 millones de bolívares al mes y en esta legislatura con apenas 3 millones al año.

“No tenemos papel para imprimir, ni tinta, lo pagamos de nuestro bolsillo y nos lo prestamos entre nosotros. Todas las direcciones están igual»

“Los diputados están inoperantes, los que viven fuera de Caracas tienen que pagarse sus propios viáticos y pedir favores para hacer su trabajo, antes las sesiones eran mates y jueves, ahora son martes y miércoles para ahorrarles costes” destaca Correia al explicar que con estos bloqueos se está violando flagrantemente el Reglamento de Sesiones y por ende la capacidad política de los diputados.

Constituyente sin apoyo político

Correia detalla que el presidente Nicolás Maduro no tiene la capacidad política para activar el proceso Constituyente.

“No tiene el apoyo ni de los suyos, no es un proyecto viable por la cantidad de detractores y eso sería una derrota política para el presidente”. Sin embargo, señala que es posible, y para ello vislumbra tres posibles escenarios.

El primer escenario apunta hacia el avance del proceso electoral, «complicado porque ese voto que plantean es muy restringido». El segundo escenario sería la firma e imposición de la nueva Constitución por parte del Ejecutivo, “algo que lo deslegitimaría por completo”. Y el tercer escenario podría ser la activación del proceso, «no sabemos cómo». Este último traería consigo un factor sorpresa aun no previsto, «por eso debemos estar expectantes y preparados».