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Para fuentes consultadas, en las casas de cambio en la frontera, se debe ir a un sistema gradual en donde el cambio bolívar-peso pudiera estar ubicado en 1,5 pesos por bolívar en el arranque del sistema.

Hace siete años las 19 casas de cambio que existían en el eje San Antonio-Ureña fueron eliminadas por orden del presidente Hugo Chávez, al ser señaladas como factor de ataque a la estabilidad y fortaleza del bolívar. Hoy el gobierno de Nicolás Maduro anuncia la “pronta apertura” de casas de cambio en la frontera, las cuales estarían ubicadas en el municipio Ureña del Táchira y Paraguachón del Zulia, con una razón según el Ejecutivo: defender a la moneda de ataques orquestados por “enemigos” desde Colombia en la presunta guerra económica.

Para antiguos propietarios de las casas de cambio en la frontera que fueron eliminadas en años anteriores, la medida del gobierno Maduro representa un claro reconocimiento del error, que fue acabar con un sector que ofrecía sus servicios de manera transparente.

Las casas de cambio en la frontera servían de contrapeso a las colombianas de La Parada y Cúcuta, convirtiéndose también en un referente del tipo de tasa de mercado que ocasiona muchos dolores de cabeza al equipo económico del Gobierno.

Para el economista Oscar Forero, en un artículo de opinión que publica en Aporrea.com, desde Colombia se mantiene “un dominio casi absoluto no solo en la transa de la moneda, sino en la colocación del precio de esta”. Lo que se constituye en un riesgo para la estabilidad monetaria del país.

¿Cuál tipo de cambio?

He aquí uno de los asuntos básicos que determinará el éxito o el fracaso del gobierno en esta medida. El gobernador del Táchira,  José Gregorio Vielma Mora, ha dicho que debemos iniciar con un proceso gradual que permita ir nivelando el precio de referencia, pasando de 2,5 pesos por bolívar, a 4,5 y 7 valor que considera justo para nuestra moneda en relación al peso.

Hoy ese valor es de 0,90 pesos por bolívar.

El economista Forero alerta sobre los riesgos de darle al bolívar el valor de cambio que ofrece hoy la tasa dual del mercado (la DICOM a 4,30 pesos por bolívar). Asegura que arrancar el cambio desde este valor es un “suicidio” porque se crearía un “RECADI fronterizo”.

Con este cambio habría “una estampida de venezolanos” cambiando bolívares por pesos en Venezuela y luego pesos por bolívares en Cúcuta, creando una utilidad cambiaria financiada por el gobierno venezolano.

Estima el economista que se debe ir a un esquema gradual, lógicamente, ofreciendo un tipo de cambio más atractivo que el que ofrecen las casas de cambio en Colombia, pero no tan alto como para generar un negocio al margen con la divisa.

Fuentes de la frontera consultadas indicaron que un tipo de cambio real de arranque del sistema pudiera estar ubicado en 1,5 o 1,7 pesos por bolívar. “Esto pudiera ser determinante como impacto sicológico pero se necesita alimentar el sistema con pesos. ¿De dónde vendrán esos pesos?”