navidenasLas decoraciones navideñas en los principales sitios de Guayana eran una tradición que este año fue perdiendo espacio.

El tema de las colas por la escasez y el desabastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad, aunado a la alta inflación, influyeron para que este año bajaran los ánimos en Guayana para dar continuidad a las tradicionales decoraciones navideñas de calles, redomas y los populares encendidos de árboles de navidad.

Sin embargo, a pocos días de celebrarse el nacimiento del niño Dios y despedir el 2015, los guayaneses tratan de rescatar esa tradición y visitan junto a su familia lugares que han sido emblemáticos en estas fechas.

Uno de ellos es el Parque La Navidad en Puerto Ordaz, donde su molino de estilo holandés, su árbol de láminas de aluminio, los soldaditos de plomo y bastones navideños forman parte de la decoración del lugar, donde la actividad se mantiene todo el año por las ventas informales que allí se dan, como comida, bisutería y alquiler de carros eléctricos para niños.

Las principales redomas de la ciudad también han sido emblemáticas por la decoración a cargo de las empresas sobre la que rige su mantenimiento. No obstante, algunas siguen sin ver ese espíritu navideño. Entre ellas, la conocida como redoma de Makro o la plaza Monumento de la CVG (Corporación Venezolana de Guayana), pero la que no perdió su tradicional encendido de luces es la redoma de Bauxilum, también llamada redoma La Piña.navidenas

Allí no solo llama la atención el encendido de luces desde las 6:00 pm, formando un gran árbol de navidad con los colores de la bandera nacional. El lugar es custodiado por cuerpos de seguridad, pues solo en estas épocas se ofrece venta de comidas y presentaciones musicales en la plaza central de esta redoma.

“Venimos todos los años, aprovechamos para tomarle fotos a los niños, comer algo, pasar un rato agradable y aprovechar que hay seguridad en el sitio, porque el resto del año no podemos hacer esto, empezando porque no hay ningún tipo de atracción para venir”, dijo Luis Acevedo, padre de dos niños.

Las luces que se apagaron

Lamentablemente, luego de tantos años de tradición, la famosa Calle Pekín en la urbanización Villa Asia de Puerto Ordaz no contó este año con su esplendorosa decoración no solo en la calle, sino en cada una de las casas del sector.

La Calle Pekín era visitada por otras comunidades, solo por disfrutar de la decoración que venía acompañada de una celebración de apertura y dar a bienvenida a la navidad. Este año no fue posible, no solo por la situación económica del país, sino que, además, su principal organizadora fue una de las que buscaron una salida en el aeropuerto de Maiquetía y dijo adiós a Venezuela.