casas de cambio en venezuelaEl economista José Guerra asegura que con la apertura de casas de cambio en Venezuela habrá «guiso».

Muchas han sido las declaraciones en los últimos días tanto de expertos en materia económica como de voceros de la oposición, quienes coinciden en que algo se esconde detrás de la apertura de casas de cambio en Venezuela. Entre ellos está el economista y diputado a la Asamblea Nacional, José Guerra, quien afirmó que la tasa de cambio de 4 pesos por 1 Bs. que implica un costo de Bs. 750 por dólar, lo que vislumbra es que exista al mejor estilo de Cadivi: un negocio de comprar barato y vender caro, para quienes tengan acceso a esas divisas que seguramente serán los personeros del Gobierno venezolano.

«Italcambio anuncia la tasa de cambio de 4 pesos por 1 Bs, lo que implica Bs 750 por dólar. Con esa tasa de cambio no habrá mercado, pero guiso sí», enunció el parlamentario en su cuenta de Twitter.

Guerra en otro mensaje criticó la medida anunciada por el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora, quien informó que estará limitado el máximo de compra en las casas de cambio en Venezuela a 200 dólares, apuntando que esa medida solo fortalecerá al mercado negro de divisas que existe en el país.»Con restricciones a la compra se fortalece el mercado negro. Otro ensayo fallido. El mercado es libre o no lo es», aseveró José Guerra en Twitter.

A la apreciación del diputado José Guerra, se le suman otros economistas que también descartan que con la apertura de casas de cambio en Venezuela se pueda operar como lo plantean las autoridades, pues aseguran que la creación está plagada de errores. Para su colega Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalitica, entre los errores se encuentra la fijación de la tasa de cambio:

“Es un esquema de control. El gran error es fijar por decreto el tipo de cambio bolívar-peso. Lo ideal era un mercado abierto donde el tipo de cambio se fijara por oferta y demanda y sin muchos requisitos”, afirma Oliveros

Para Ronald Balza economista y profesor universitario, no tiene sentido que las casas de cambio en Venezuela solo abran en la frontera y sugiere que debería hacerse en todo el país, además apuntó que ese esquema sería viable si existieran divisas suficientes para vender.  Sostienen que se trata de una reedición del Sicad II y del Simadi, que nunca funcionaron adecuadamente al tiempo que insisten en que nuevamente el proceso carece de transparencia.