nacionalAdemás de discutir leyes en materia económica, en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional ocurrieron otros hechos menos noticiosos, pero bastante resaltantes.

Además de los debates políticos, en el hemiciclo de sesiones de la Asamblea Nacional se generan situaciones que los medios de comunicación no siempre logran captar. En El Correo del Orinoco se los reseñamos:

Conato de pelea

Este jueves 11 de febrero se alteraron los ánimos cuando el diputado de la MUD Jony Rahal, ofreció piedras a la bancada oficialista recordando el ofrecimiento hecho por el gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, de comer piedras fritas por la revolución si fuera necesario.

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«Yo vengo a traerle un par de piedras para ver si se la comen ustedes porque el pueblo de Venezuela no quiere comer piedras, el pueblo quiere alimentos», afirmó Rahal,

El diputado Víctor Clark se mostró disgustado, se paró y comenzó a gritarle a Rahal, seguidamente, el diputado Héctor Rodriguez también se levantó de su puesto y ambos, en compañía de Ramón Lobo y Nora Delgado, se acercaron al lugar donde estaba el diputado opositor.

Stalin González (MUD) fue quien pudo mediar y logró que los oficialistas volvieran a sus puestos.

«Contrólalo, pues», le dijo Héctor Rodríguez a Stalin González.

«Ese es de Primero Justicia», bromeó Rodríguez con Freddy Guevara, de Voluntad Popular.

Los comentarios de Héctor Rodríguez

Mientras se realizaba la discusión sobre el proyecto de reforma parcial de la ley del Banco Central de Venezuela, Héctor Rodríguez conversaba desde su curul con el resto de los diputados oficialistas. El Correo del Orinoco, presente en la sala, escuchó cuando el parlamentario le comentó lo siguiente a sus colegas: «El Banco Central no puede ser autónomo».

Ramos Allup, «no me suene la campana»

El diputado Arnoldo Benítez tomó la palabra en la discusión sobre el proyecto de ley para otorgar el bono de alimentación y medicinas a los jubilados y pensionados; en un discurso cargado de carisma, frases jocosas y hasta un pastillero en el bolsillo con el que demostró estar enterado en primera persona de lo que implica ser una persona de la tercera edad, expuso sus argumentos y hasta regañó al diputado Jorge Pérez (Psuv), quien a pesar de tener apenas 22 años de edad se refirió a la situación que vivían los ancianos en la denominada «cuarta república».

Pero lo que logró captar la atención y sacar la risa de todos los asistentes en el lugar fue el hecho de que le dio a Henry Ramos Allup una cucharada de su propia medicina. En medio su emocionado discurso, el tiempo correspondiente se le agotó. El presidente del Parlamento se lo indicó y este le respondió: «Me va a tocar decirle como usted dijo la otra vez; yo tengo 17 años esperando esto, vale».

El diputado hacía referencia a la reunión en Miraflores a la que asistió Ramos Allup y en la que dijo «no me suene la campa» cuando le pidieron finalizar su intervención porque había superado el límite de tiempo.