Foto: lapatilla.com
El profesor Briceño es ya un icono cultural y humorístico que forma parte del grupo de comediantes venezolanos dedicados al stand up comedy.
José Rafael Briceño, mejor conocido como El profesor Briceño, es un venezolano polifacético que está marcando pauta en la golpeada y entristecida sociedad venezolana, haciendo reír a muchos con sus parodias. Actualmente tiene un canal de Youtube llamado Reporte semanal con José Rafael Briceño, donde comparte sus genialidades de humor crítico de la política venezolana.
Comenzó como docente en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) hace mas de 16 años. A través de su trayectoria profesional paso a ser locutor de radio en el circuito X a nivel nacional con los programas: “Son feos los dos” y “Que se vayan todos”, que luego lo transmitirían en La Mega, del circuito Unión Radio, maestro de oratoria de las aspirantes del Miss Venezuela y de allí saltó a la fama con su stand up comedy con su pieza humorística destacada “Mi país, tu país”.
El profesor Briceño, a parte de ser un gran comunicador social, es también comediante, actor, dramaturgo, profesor universitario en las áreas de teatro, comunicación oral y oratoria jurídica. Se considera a si mismo como un humorista observacional, ácido y sumamente escéptico.
En su agenda, tiene prevista una gira con su nuevo stand up “El profesor Briceño lo cuenta todo”, que se inició en todo el territorio nacional y que terminará en el exterior visitando Canadá, Ecuador, Guatemala y Estados Unidos. En sus presentaciones, lleva todo su poder comunicacional para hacer menos pesada la tortuosa situación que vive el pueblo venezolano, pintando en cada uno de los rostros una sonrisa que se transforma muchas veces en entrañables carcajadas.
En su blog profesorbriceno.com, nos da información sobre sus shows y contrataciones, ya que también inyecta animo a distintas empresas del país.
«Constantemente he sido invitado a dar charlas motivacionales, cursos de vocería y stand up/conferences para empresas que necesitan hacerle llegar a sus empleados energía, reflexiones y empuje alrededor de temas particulares. Efectivamente, no dejo de ser docente».
Como bien lo afirma el profesor Briceño, “No creo que Dios haga las cosas, creo que nosotros las hacemos y él se ríe».
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