emigrar de VenezuelaLa crisis socioeconómica es la razón por la que jóvenes deciden emigrar de Venezuela, aspirando una mejor calidad de vida.

Mary Castillo es una joven de 25 años de edad, su pasión es la fotografía, oficio en el que actualmente se desempeña. Se describe como luchadora y perseverante. Ha defendido su visión de país, al punto de participar activamente en las protestas de calle que tuvieron lugar en 2014, exponiéndose a la represión por parte de cuerpos de seguridad del Estado, pero hoy su opción es emigrar de Venezuela.

“Las ganas de irme del país son porque busco una estabilidad emocional, calidad de vida y estudiar lo que quiero sin tener que pasar por procesos fraudulentos que a la larga no me genera nada bueno”.

Como ella, son muchos los jóvenes que evalúan esta posibilidad enfrentándose a sentimientos encontrados por dejar a su familia y amigos, o dejar que a crisis les trunque su futuro.

“Quiero tener una familia, tener a mis hijos sin temor a que en la calle les puedan hacer algo, quiero casarme sin que mi esposo sea robado o que lo asesinen de un tiro por la inseguridad que corremos en el país. Quiero irme para buscar un futuro mejor, porque apenas tengo 25 años y quiero vivir de la mejor manera”, añade Castillo.

Miedo en Venezuela

Hablar de irse o no del país genera debate. Por un lado, unos apuestan por seguir luchando por la Venezuela que quieren; otros alegan que la crisis se agudiza cada vez sin vislumbrar mejoras a corto o mediano plazo. La inseguridad prioriza las razones que impulsan a los jóvenes a dejar su país natal, seguido del caos para conseguir alimentos de la canasta alimentaria, medicamentos, el alto nivel de inflación y las pocas oportunidades para aspirar a una mejor calidad de vida.

“Mi familia tiene un restaurante desde hace dos años, nos ha ido bien, pero cada vez es más difícil mantenerlo porque nada se consigue y lo que se consigue es carísimo, entonces lo que vendes es más caro todavía y ya la gente busca gastar menos”, comenta Francisco Jiménez, estudiante de Comunicación Social.

A sus 17 años se prepara para decirle, al menos por ahora, adiós a Venezuela.

“Yo no me quiero ir, pero mi papá y mi mamá han sido asaltados varias veces… quiero terminar mi carrera, pero también pienso que después que me gradúe no voy a tener dónde trabajar porque cada vez son menos los medios que hay, a todos los están asfixiando”

La decisión ya está tomada, pero a diferencia de otros jóvenes, emigrará junto a su familia.

“Yo era de los que decía que no se iba de Venezuela, pero el día que fui víctima de un secuestro exprés, mi esposa y yo decidimos que era mejor irnos. Ya hicimos las diligencias y el año que viene nos iremos a Chile”, cuenta Carlos Díaz.

La asociación civil mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, ubicó en 2014 a cuatro ciudades venezolanas entre las 50 urbes más violentas en el mundo. Caracas ocupa el segundo puesto, seguido de Valencia en el séptimo lugar, y Ciudad Guayana, que pasó de estar del puesto 17 al 12 con 536 muertes violentas registrados ese año, Barquisimeto quedó de 21 en el ranking.

Emigrantes en ascenso

Aunque el Gobierno ha ofrecido cifras oficiales sobre la emigración en Venezuela, en 2014 emigraron 1.6 millones de venezolanos, según un estudio de Tomás Páez, sociólogo de la Universidad Central de Venezuela (UCV), lo que representaba un 5.5 % de la población.

El informe «La emigración en Venezuela durante la última década», de Anitza Freitez, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB), expone también el crecimiento de emigrantes venezolanos, siendo Estados Unidos el principal destino del éxodo.

España también entra en la lista de países claves para la migración de venezolanos, algunos incluso recuperan la ciudadanía, como lo hacen quienes se asientan en los países de origen de sus padres.