crisisSoy médico, soy padre de familia y soy amigo. La crisis en la que estamos envueltos ha degradado nuestro gremio.

Les escribo, porque leyendo sus noticias me he percatado que le dan mucha importancia a los temas sociales, que lamentablemente no son nada positivos y es la realidad oscura que vivimos a diario en Venezuela. Quiero hacerles llegar por medio de esta carta mi arrechera conmigo mismo, por haber creído que las cosas en nuestro país no iban a llegar al estado de caos que ahora tenemos.

Cada mañana, cuando me levanto para ir al hospital sufro un estrés que en mis 38 años de carrera profesional jamás había sentido. Desde hace 8 meses empezó esta desesperación en mi. El hecho de llegar a mi consultorio y ver personas con síntomas de enfermedades que antes eran controladas y curadas rápidamente se han escapado de mis manos. A mis colegas y a mi, muchas veces nos cuesta decirle a un familiar de un paciente que no le podemos operar porque no tenemos los materiales necesarios, porque el quirófano no esta disponible ni apto para una cirugía, porque antes de la operación se tiene que conseguir tal y cual medicamento, etc. Estas excusas que te hacen sentir una verdadera impotencia.

Esta crisis de la salud nos tiene a los médicos intentando hacer magia para lograr que nuestros pacientes continúen con vida. Nos comunicamos por redes, por teléfono, como sea, para localizar insumos y medicinas, todo esto para intercambiarnos información y tener acceso a esos productos para atender los casos más urgentes. Con todo este esfuerzo, por parte de los familiares de los pacientes y el nuestro, algunos casos han acabado en muerte, no se imaginan lo duro que es decir –no podemos hacer nada más-, y lo peor es que dentro, muy dentro sabemos que están muriendo de mengua.

Esperamos contar con todas esas personas que aun tienen un poco de humanidad, ya que los políticos no hacen nada, para que nos hagan llegar medicamentos e insumos hospitalarios a Venezuela y de esta manera seguir cumpliendo con nuestra labor, solo somos médicos no somos magos.

Anónimo.