Ante el anuncio de la prórroga de la reconversión monetaria, ciudadanos manifiestan que presumían que la medida no se aplicaría.

Antes que el presidente Nicolás maduro anunciara que la reconversión monetaria que se aplicaría desde el 4 de junio era prorrogada por 60 días, ciudadanos y especialistas ya cuestionaban la medida improvisada, porque a los bancos ni siquiera han llegado los nuevos billetes.

Los ciudadanos se mantenían a la expectativa, en realidad poco caso le hicieron al tema de la reconversión monetaria, pues preveían que pasara lo mismo que con el billete de 100 bolívares.

«La reconversión monetaria va a ser como el billete de 100, la van a prorrogar varias veces, lo que estaban buscando es que la gente sacara el efectivo», opinó Frncisco Valbuena.

En diciembre de 2016, Maduro ordenó el cese de circulación del billete de 100 bolívares en un lapso de 72 horas, y con ello la entrada de un nuevo cono monetario. El caos se apoderó en los bancos por querer depositar el dinero, mientras que los nuevos billetes no aparecían; de hecho, tardaron en circular. Mucha gente se quedó sin poder gastar o depositar los billetes de 100, desatando protestas en Ciudad Bolívar que terminaron en saqueos a más de 400 negocios.

«De todas maneras, si me quedo con 200 mil bolívares no pierdo nada, si eso está tan devaluado», manifestó Olivia Centeno.

Y es que la gente prefirió seguir sacando lo poco que podían obtener de efectivo en los bancos, para así comprar productos de la canasta alimentaria a un menor precio que si lo pagaran con transferencia o punto de venta.

Los ciudadanos también cuestionaron que el gobierno pretendiera una reconversión monetaria sin tener todavía la circulacón de los nuevos billetes, con lo cual no previeron cómo harían los comercios informales o los usuarios del transporte público. Ni siquiera tomaron en cuenta que el lunes 4 de junio, cuando entraría en vigencia el «bolívar soberano», es día bancario.