Nicolás Maduro está preparando el terreno para excluir a la oposición venezolana de las elecciones presidenciales que ha adelantado para antes del 30 de abril. La disidencia no arroja la toalla y aún busca una fórmula para participar, pero el camino cada vez se le presenta más cuesta arriba, publica Abc.es.

El Tribunal Supremo de Justicia, al servicio incondicional del régimen, ha excluido así a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) de los comicios, al mismo tiempo que prohibía la participación del partido de Leopoldo López, Voluntad Popular. El veto a la MUD impide en principio que la oposición pueda presentar un candidato de unidad y articular una estrategia conjunta. Además, Maduro se ha ido encargando de cegar las opciones con más posibilidades electorales a la disidencia. Los populares líderes de la oposición, Leopoldo López y Henrique Capriles, han sido vetados. Y por si fuera poco, el partido de López ha sido al final prohibido lisa y llanamente. Así es como el chavismo pretende afrontar unas elecciones cuando Maduro tiene una cota de impopularidad del 70 por ciento, según el instituto de sondeos Delphos, y con la previsión del FMI de una hiperinflación del 13.000 por ciento para este año.

Maduro se ha adelantado incluso al eventual anuncio de la oposición de retirarse de la competición electoral, al afirmar que la disidencia sigue órdenes del «imperialismo norteamericano», «la oligarquía bogotana» y el «gobierno corrupto de España» que, según la calenturienta imaginación del mandatario, habrían dado la instrucción de «retirarse del proceso electoral porque van a perder, para no reconocer la derrota».

Unidad de la oposición

Pero la oposición no renuncia a dar la batalla y ha hecho un llamamiento a sus militantes a acudir a los centros de validación de sus listas electorales con la voluntad renovada de acudir unidos a los comicios.

La oposición se aferra a que la sentencia del Consejo Nacional Electoral señala que la exclusión de la MUD sería «parcial» y debida a una supuesta «doble militancia» de sus miembros.

Vicente Bello, representante de la alianza opositora ante el Consejo Nacional Electoral, aseguró que los partidos opositores podrían validar su inscripción electoral en 17 de los 24 estados del país. Y explicó que la estrategia pasará también por la «movilización» social para la inscripción de las listas electorales opositoras.

El diputado opositor Stalin González afirmó con entusiasmo:«Hay que revisar todos los elementos adversos. Estamos muy cerca de poder lograr el cambio, es importante que nos escuchemos entre todos y decidamos en unidad. Vamos todos juntos con una decisión unitaria o la derrota será inminente. Los que quieren ser más radicales terminan ayudando al gobierno».

Así las cosas, ante el peliagudo horizonte electoral que se presenta, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que su Gobierno no reconocerá los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas por considerar que el Ejecutivo de Nicolás Maduro se ha convertido en una «dictadura» y ha pedido al resto de la comunidad internacional que tampoco lo haga. Santos argumentó que en Venezuela actualmente no se dan las garantías suficientes para que los resultados de los comicios presidenciales sean creíbles. Entre otras cosas porque la coalición opositora de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y algunos de sus principales partidos no podrán participar, lo que deja a Maduro prácticamente sin rival, informa Efe.

Por su parte, el Gobierno francés denunció ayer que la decisión de excluir a la MUD cuestiona la credibilidad de los comicios. «Una vez más han atentado contra la equidad de estas elecciones», señala un comunicado del Ministerio de Exteriores francés.