Militares vigilantes de comercios

Efectivos militares ocupan el control total en la distribución y venta de alimentos, ante la agudización de la escasez y los saqueos.

Nadie se salva de la angustia de los ciudadanos por la escasez y el desabastecimiento, no solo por comida, pues debido a la alta inflación en Ciudad Guayana, se hace cuesta arriba la compra de cualquier artículo, desde un repuesto para el vehículo hasta un televisor. Ante ello, los comerciantes han recurrido a custodiar sus negocios con efectivos militares, aunque mucho de ellos no han vuelto abrir desde que se produjeron los saqueos recientemente.

Los conatos de saqueos siguen latentes, algunos camiones con comida no llegan a su destino, el desespero de la gente ante el hambre que hay en Venezuela y la falta de respuesta por parte del gobierno los lleva a cometer actos irregulares como los saqueos. Si ya los militares se encargaban del control en la distribución de alimentos, ahora la situación parece empeorar.

La crítica de la ciudadanía no se ha hecho esperar. Mientras algunos consideran que la presencia de militares puede evitar cualquier otro disturbio, otros cuestionan que la función de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se haya desvirtuado hasta convertirse en ‘vigilantes’ de establecimientos comerciales, en especial los asiáticos.

“Ellos también son culpables de lo que pasa. Se supone que van a controlar las colas y mientras hasta a las personas de la tercera edad les niegan el paso, a sus amigos los dejan entrar rapidito, y no les puedes decir nada porque te amenazan con meterte presa. Eso molesta a la gente y causa más alboroto, lo que tienen que hacer es buscar a los malandros en los barrios”, manifestó Georgina Vera, habitante de la parroquia Vista al Sol en San Félix.
Para Rogelio Jiménez, la opinión en distinta. Aunque no niega que la función de la GNB debería centrarse en la seguridad, considera que la presencia militar ayuda a minimizar los saqueos.

“Si no estuviesen los militares, las colas serían peor, ahí si es verdad que nos terminamos matando porque todos queremos comida, todos queremos pasar, si ya con ellos presentes hay desorden, imagínate si no están”, dijo Jiménez.

Por lo pronto, uno de los abastos saqueados en Ciudad Guayana maneja la posibilidad de no volver a abrir, debido a las pérdidas ocasionadas.