En tres comunidades indígenas se han registrado al menos siete muertes por sarampión en una semana.

Desde el martes 13 de febrero se han registrado al menos siete muertes por sarampión en comunidades indígenas del Delta. En Capure de la Horqueta fallecieron cuatro niños waraos; en Mariusa murieron dos menores, y un niño de un año edad en la comunidad el Caigual.

Cinco de los menores fallecieron luego de haber ingresado al Materno infantil Dr. Oswaldo Brito de Tucupita, según reveló una enfermera del materno que solicitó no ser identificada por salvaguardar su cargo.

“Son informaciones confidenciales que le estoy dando y no estoy autorizada para ofrecer declaraciones a ningún medio”, citó el observatorio indígena Kapé Kapé.

De acuerdo con las informaciones aportadas, la organización destaca que a mediados de enero ingresaron ocho niños provenientes de Capure de la Horqueta, municipio Tucupita al materno, registrándose posteriormente cuatro muertes por sarampión.

El 14 de febrero ingresaron dos menores provenientes de Mariusa, comunidad anclada en la costa del Delta del Orinoco, los familiares de los niños reportaron la muerte de dos infantes en dicho caserío.

El equipo de Kape kapé se hizo presente en la comunidad warao de El Caigual, ubicada a una hora de la capital deltana vía terrestre, lugar donde se constató la muerte de otro niño de un año y medio por efectos de una complicación causada por el sarampión.

Agregan que una pareja promotora de asuntos indígenas confirmó el brote de la enfermedad en dicha comunidad.

Los padres del menor, identificados como Francisco Moya y Mónica de Moya, relataron la falta de asistencia.

“Aquí en la comunidad tenemos un dispensario y todo el tiempo el médico nos dice que no tiene nada de medicina”, cita Kapé Kapé.

La promotora y dirigente indígena señaló a la organización su temor a que el brote se agudice y alcance a otras comunidades que aún permanecen libre de contagio, como la de Pueblo Blanco, lugar donde conviven 150 familias aún sin la enfermedad.