Durante el plantón nacional, manifestantes reiteran su rechazo a una Constituyente que consideran afianzará la dictadura.

Guayana respondió al llamado al Plantón Nacional. Fueron tres puntos los convocados: la Avenida Atlántico, a la altura de las universidades Unexpo y UNEG; en la esquina del Centro Comercial Cristal en Alta Vista; y en el distribuidor del Colegio Loyola en Puerto Ordaz. Otros sectores se sumaron de manera espontánea.

El Plantón Nacional ratificó una vez más el rechazo de los ciudadanos hacia la Asamblea Nacional Constituyente que, de acuerdo con la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), se realizará en julio de este año.

Y pesar que en el Gobierno de Nicolás Maduro omiten las protestas y posturas en contra que han tenido no solo opositores, también funcionarios y exfuncionarios del chavismo se siguen manifestando.

“Ojalá la Constituyente fuera la solución. Aquí en Guayana no se consiguen medicinas, tengo que estar comprando dólares en el mercado negro para mandar a comprar el medicamento que necesito de por vida. El Gobierno me da un blíster de 10 pastillas cada dos meses, y yo debo tomar tres al día”, cuenta una señora que se sumó al Plantón Nacional y se identificó solo como Amalia.

La realidad en Venezuela muestra también la otra cara de la protesta. No todos se sumaron a la convocatoria, pero esto no significa que estén apáticos o en desacuerdo. En San Félix, por ejemplo, continuaban las colas para comprar gas y allí también dijeron no a la Constituyente.

“Una bombona pequeña te la venden en 20 mil bolívares. El gobierno no resuelve esto, la falta de medicamentos, de alimentos, la inseguridad, y está pendiente es de la Constituyente”, condenó Roberto Morales, habitante de la parroquia Dalla Costa de San Félix.

En la reciente visita del diputado Diosdado Cabello a Guayana, mencionó que, entre otras cosas, la Constituyente tomaría acciones contra la Asamblea Nacional y Fiscalía.