En las colas, algunos uniformados realizan propuestas indecorosas a cambio de mejores puestos en las filas para comprar alimentos

Venezuela atraviesa una crisis en todos los sentidos, la falta de leyes ha elevado una serie de antivalores, que ante la pérdida de la ética y moral están siendo permisivos para la sociedad. En este sentido, las colas en Venezuela se han convertido en espacios donde resalta lo peor de la humanidad, amparados en la necesidad de alimentarse.

Durante las últimas semanas, una denuncia se ha hecho presente en el seno de las colas, es la referente a las propuestas indecorosas realizadas por los efectivos de la policía del estado Anzoátegui, quienes aprovechando la necesidad (o ingenuidad) de algunas damas intercambian favores sexuales por una mejor posición en la fila para comprar alimentos.

“Por lo general le echan el ojo a las más jóvenes, saben que muchas son madres solteras que necesitan comprar rápido para ir con sus hijos. Entrada la noche y en las madrugadas es cuando más se produce esta situación” destaca una testigo que prefirió el anonimato.

De acuerdo a lo expresado por algunas personas en las colas, la situación se presenta con mayor frecuencia en los alrededores del expendio de alimentos Sigo, donde la falta de iluminación pública y su ubicación cerca de una zona industrial genera el ambiente ideal para esta situación.

“Aquí hay muchos espacios donde se meten para hablar con las personas, no puedo decir que haya pasado algo, pero ellos (los policías) tienen sus contactos en las colas, a veces si les provoca no dejan comprar si no accedes a sus peticiones” refiere la testigo.

Por otro lado, especialistas del área de la salud están empezando a mostrar preocupación por esta situación debido al poco cuidado que muestran las personas adultas a la hora de asumir su sexualidad libremente.

“Más allá del tema moral, ello representan una profunda decadencia de valores en todos los sentidos, hay una baja autoestima por parte de la dama que acepta el ofrecimiento, se corre el riesgo de propagar enfermedades de transmisión sexual. Es una situación delicada en todos los sentidos” refiere Marling Mejías especialista de salud familiar.

Asesoría abierta

 

El abogado y defensor de los Derechos Humanos, Carlos Andrés Bolívar ha dado a conocer esta situación en los diversos medios de comunicación social. Refiere que son casos delicados, debido a lo que establece la ley como pena para situaciones como estas.

“Por ahora son cientos de denuncias, muchas están referidas al caso Sigo, pero también hay de otros establecimientos donde estaría aplicándose esta aberración” afirma el especialista en derecho y defensor de los Derechos Humanos.

En este sentido, para evitar que situaciones como estas sigan ocurriendo es necesaria la denuncia formal por parte de las agraviadas.

“Quienes hayan pasado por esta situación en el estado y quieran denunciar esta arbitrariedad, pueden acudir a la fiscalía vigésimo cuarta del estado, donde podrán canalizar las mismas para que se inicien las investigaciones” agrega Bolívar.

Existen grupos que están abiertos a ofrecer ayuda, sin embargo lo más difícil es lograr que las damas afectadas se despojen de la vergüenza y el temor a represalias luego de pasar por tan dura situación.

“Estamos en la disposición de ayudarlas, pero ofrecemos ayuda gratuita para las damas, la denuncia es importante porque sin ella los jueces no tienen cómo actuar” refiere el especialista del derecho.

Parlamento preocupado

La situación no se ha quedado en rumores, y tras conocer sobre los primeros casos el diputado por el estado en el Asamblea Nacional Omar González, ha iniciado un proceso de investigación para ponerle fin al “comercio sexual” que existe a partir de la necesidad de las madres y amas de casa.

“Es denigrante denunciar que quienes están llamados a defender a la ciudadanía y protegerla se encuentran en este momento violando los derechos de miles de mujeres anzoatiguenses, la desvergüenza se pasea con uniforme en el país” refiere el parlamentario.

Asimismo le extiende el llamado a la máxima autoridad en el estado, el gobernador Nelson Moreno para que actúe ante esta situación ya que por su condición de “jefe del ejecutivo regional” tiene dominio sobre los cuerpos de seguridad del estado.

Es hora que Nelson Moreno justifique su cargo y preste soluciones a la gente. Se debe dar un castigo ejemplarizante a aquellos agentes policiales que han violado los Derechos Humanos de las mujeres que víctimas de éstos y de la necesidad han sido presionadas a entregar su dignidad a cambio de la posibilidad de comer” sostiene el representante del pueblo anzoatiguense.

 

Daño grave

Más allá de los aspectos legales y de las exigencias parlamentarias, está la dignidad de la mujer, ya por el hecho de acudir a una cola a buscar los alimentos ya se exhibe maltratada, cómo será cuando se presenta una situación como esta.

“Aquí lo más preocupante es la mentalidad de la mujer y sus sentimientos, obligatoriamente estas mujeres van a necesitar de ayuda en cualquier momento cuando reaccionen y vean que su dignidad tiene el mismo valor que el producto regulado” expresa María Alvarado, psicóloga clínica.