Raúl Castro  dejará la presidencia de Cuba, pero mantendrá el control sobre el Partido Comunista.  La decisión se debe  a la obligación de guiar a su sucesor y ayudarlo a convivir con el poder en la isla. 

En  el 2006 tras la enfermedad de su hermano Fidel Castro, Raúl agarró la batuta del poder, siendo su hermano menor. En el 2016  muere Fidel y su hermano asume la presidencia por completo.

El 19 de abril la Asamblea Nacional nombrará al sucesor y será ratificado en marzo por la ciudadanía.

 Se trata «no solo de un relevo generacional sino también del fin inevitable del modelo carismático de ‘Fidel al timón’, reformado pero no abandonado por su hermano menor», consideró el analista cubano Arturo López-Levy, profesor de la Universidad de Texas Rio Grande Valley.

Aunque todavía no se confirma la identidad del heredero, su currículum será menos extenso que el de sus predecesores.