tradiciones navidenas 2016Venezolanos han dejado ciertas tradiciones navideñas por lo costoso que resultan mantenerlas y no sentirse el mismo ánimo.

Aunque con esfuerzos, las tradiciones navideñas en Venezuela tratan de mantenerse hasta donde el bolsillo aguante o, incluso, si los ánimos así lo permiten. La crisis económica, social y política en el país han venido haciendo efecto en las celebraciones decembrinas. Muchos han dejado atrás algunas costumbres como comer las 12 uvas para recibir el año nuevo, los estrenos de ropa y calzado son un lujo y hasta comer hallacas, pan de jamón y pernil está reservado para 24 y 31 de diciembre.

“A esta fecha, te puedo decir que no he probado la primera hallaca de la época, no del año porque obviamente en enero uno se come unas, pero en la calle están costando 3 mil bolívares cada una y hacerlas por tu cuenta te sale gastar como 100 mil bolívares para tener más o menos para la familia y tener suficientes para el 24 y 31 de diciembre”, manifestó Ornella Suárez, habitante de la parroquia Unare de Puerto Ordaz.

El desánimo también pega

Mantener la popular mesa navideña con las hallacas, el pan de jamón, el pernil, panetón o la tora negra, el dulce de lechoza, las uvas, el vino, ponche crema y nueces, es ahora un recuerdo de las tradiciones navideñas de años atrás. Jóvenes de 20 a 30 años recuerdan esas mesas como parte de su niñez, cosa que no se ha vuelto a repetir.

“Antes nos reuníamos en casa de mi tío y en la mesa había de todo, desde las tradiciones navideñas como el pan de jamón, hasta galletas, frutas, pasapalos, dulces, más lo que cada uno llevaba. Ahora cada uno lleva algo para picar y los platos son justos para los que estarán en la casa y se quedan a cenar”, dijo Jesús Mata, joven de 26 años de edad, habitante de Puerto Ordaz.

Para Alicia Mejías, seguir las tradiciones navideñas es una cuestión de ánimo, de compartir con su familia, pero su realidad es que sus dos hijos están fuera del país, ambos emigraron en busca de mejores oportunidades.

“Igual me reúno con mi familia, pero no es lo mismo tener el entusiasmo de decorar mi casa y hacer toda esa comida si mis hijos no están, más bien me da nostalgia. En mi casa pongo el arbolito con los adornos viejos, los voy intercambiando, porque comprar otros sale carísimo y prefiero gastar ese dinero en comida que también está súper cara porque todo lo consigues importado, a menos que hagas cuatro o seis horas de cola”, agregó Mejías.

Una tradición perdida

En Ciudad Guayana pasa por segundo año consecutivo el hecho que la Calle Pekín de Villa Asia, en Puerto Ordaz, emblemática por sus decorados y alumbrados en la época decembrina, dejó de ser parte de las tradiciones navideñas en la comunidad.

La líder de esa acción era una vecina que se fue del país, el resto de los vecinos tampoco se animan a continuar la tradición “porque cada uno tiene sus cosas pendientes, no hay quien entusiasme y también tenemos que comprar para decorar, y todos están pendientes es de comprar el mercado, pagar las cuentas, y bueno, la crisis económica nos arropó”, comentó una vecina de la zona.

Efecto dominó

Los populares cochinitos para los aguinaldos en cada comercio también se han visto afectados por la falta de dinero. “Ya no es como antes, primero que el dinero no vale lo mismo, pocos te dan un billete de a 100 bolívares o de 50, otros ni te dan porque no quieren gastar el poco efectivo que tienen, pagan todo con tarjeta de débito o crédito porque en los bancos no hay plata o te dan solo 10 mil bolívares”, dijo Cristina Díaz, encargada de una cafetería en San Félix.

Por otra parte, los aumentos de sueldo ha generado una hiperinflación, sumado al incremento del precio del dólar paralelo, cuyo efecto es la subida de precios de todos los productos. Aunque en Caracas hay lugares donde el valor del plato navideño llega hasta 11 mil bolívares, en Ciudad Guayana se mantienen algunos en 6 mil y 7 mil bolívares. La hallaca en promedio son 3 mil bolívares, los mini pan de jamón entre 2 mil y 2.500 bolívares, y el pan de jamón oscila entre 8 y 10 mil bolívares.

“Por mi parte, este año el plato navideño solo será para el 24 y 31 de diciembre y sin pernil, y solo compraremos un pan de jamón y no dos como podíamos hacer antes, nada de panetón, que cuesta como 18 mil bolívares, y el licor se verá qué se toma, porque ni el ponche crema casero lo puedo hacer porque no se consigue la leche condensada, y si le consigues es a sobreprecio”, acota Díaz.

Ni viajes ni ropa

Quienes acostumbraban viajar en estas fechas dejaron de hacerlo en su mayoría, igual que las compras de estreno de ropa.

“Me compré una franela en 46 mil bolívares y un pantalón en 86 mil, ¿cómo unas personas que gastan sueldo mínimo pueden hacer eso? Aunque vayan a los buhoneros y busquen los descuentos, igual la ropa está cara, ni se diga los zapatos. Añoro cuando con mil o 2 mil bolívares que me daban mis padres hace por lo menos 10 años, compraba mis estrenos para 24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero, y hasta me quedaba para comprar el regalo del amigo secreto”, recuerda Antonieta Jiménez, joven de 24 años.